Con el objetivo de promover la reflexión sobre temas de política y realidad nacional —entre ellas, la corrupción y la migración—, Microteatro presenta la temporada 'Por la democracia'.
Reflexión sobre las tablas
En un contexto político y social como el que vivimos, en el que incluso el más desinteresado se cuestiona acerca del futuro del país, regresa a las tablas 'Por la democracia', una puesta teatral que reúne a dramaturgos y comentaristas de la escena local para escenificar una crítica a nuestra clase política y la situación que atraviesa la democracia en diferentes partes del mundo.
Tras una exitosa primera entrega en 2018, Microteatro vuelve a apostar por esta temática y amplía su catálogo de cinco a diez microobras, de 15 minutos de duración cada una. El fin de esta muestra artística producida por IDEA Internacional y el colectivo Microteatro Lima es exponer de forma lúdica y amena pero cruda, la vorágine coyuntural que atañe a nuestro continente.
Así, los relatos que se pondrán en escena están basados en las relaciones humanas forjadas en la jungla política peruana, con altas dosis de humor, ironía y dramatismo. Algunos temas de la propuesta teatral giran en torno a colaboradores eficaces, expresidentes encarcelados, desapariciones forzadas, migrantes y debates familiares sobre participación política.
Reflexión sobre las tablas
Experiencia inmersiva
Una de las piezas que se presentará esta temporada es 'Este/Oeste', escrita y dirigida por Paloma Carpio y Déborah G. Seminario. Se trata de la adaptación de 'Muros', montaje que se estrenó el 21 de junio pasado, en el Centro Cultural de la Universidad del Pacífico. Narra la historia de dos personas que conviven en un espacio y que disfrutan el hecho de estar juntos. Sin embargo, en un momento determinado, el entorno cambiará irracionalmente y se instalará entre ellos un muro que separará sus mundos.
Reflexión sobre las tablas
'‘Muros’ era una propuesta muy física, donde el movimiento era un elemento vital y participaban ocho actores en escena. Adaptar la obra al lenguaje de Microteatro ha supuesto un desafío', explica Paloma Carpio. La escritora, además, nos comenta que casi todos los proyectos que ha emprendido a lo largo de su carrera han sido de corte político o social. 'Para mí, el teatro es una manera de encontrarnos como sociedad, de salir de lo cotidiano, hacernos esas preguntas que normalmente no nos hacemos, y que guardan relación con la manera en que funcionamos como país', señala.
'Va a ser interesante ver, a partir de las diferentes microobras, cómo la democracia tiene diferentes matices', dice y agrega: 'La democracia no solo tiene que ver con la legislación o el desempeño de nuestras autoridades, sino también con el comportamiento de la ciudadanía y lo que hacemos en nuestro ámbito inmediato por nuestra sociedad'.
Reflexión sobre las tablas
Sobre su participación en Microteatro, Paloma destaca el potencial que tiene este formato para tratar de manera crítica la realidad peruana. 'En Microteatro se puede hacer de todo: desde contar historias ligeras hasta incidir en otras de mayor profundidad. En cualquier caso, es una experiencia compartida, y este formato —reducido en tiempo y espacio— hace que dicha experiencia se intensifique. Aunque solo sean quince minutos los que pases en la sala, realmente te vas con la sensación de poder ver la realidad desde otro ángulo', sostiene.
En ese sentido, resalta también la importancia de que actores y espectadores se encuentren muy cerca unos de otros, y en constante interacción. 'En el caso de ‘Este/Oeste’ y demás piezas, se busca que el público se integre, que no sea un agente pasivo, sino que se sienta interpelado. Esa es nuestra intención y creo que debemos seguir conquistando espacios como este, donde el arte asuma un compromiso político', afirma.
Por su parte, Jimena Salas, directora de 'Mientras quede voz', obra que escribió en colaboración con representantes de la Embajada de España en el Perú y que se desarrolla alrededor de la exhumación del cuerpo de Francisco Franco, sostiene: 'El tema de la memoria histórica es importante. Es trascendente que sepamos qué ha sucedido en nuestro pasado inmediato, porque lo que hemos vivido es lo que aprendemos para poder construir una sociedad mejor hacia el futuro'.
'Este tema tiene polarizadas las opiniones en España y eso es algo que podemos trasladar al Perú, en el que nuestro pensamiento está dividido entre conservadores y progresistas. Cómo procesamos nuestra historia y nuestras vivencias colectivas como nación, para aprender a vivir en tolerancia, es la pregunta de la obra', continúa la directora y dramaturga. Para el montaje de 'Mientras quede voz', convocó a Giselle Collao, experimentada actriz que participó en la primera puesta de Jimena el año pasado, y al arquitecto Enrique Leguía, quien tiene experiencia en el teatro testimonial y aporta una vivencia distinta a la dinámica.
Reflexión sobre las tablas
Invitados especiales
Esta temporada, los periodistas Augusto Álvarez Rodrich y Rosa María Palacios volverán a subirse al escenario, en esta oportunidad junto a Diego López y Gonzalo Molina, respectivamente. Se unirán a la jornada teatral Clara Elvira Ospina con Rodrigo Benza, Fernando Vivas con Mario Ballón y Renato Cisneros con Vanessa Vizcarra.
Reflexión sobre las tablas
También participarán embajadas de América Latina y Europa, a través de sus representantes. Ellos son Fabiola Coloma (Unión Europea), Vera Castaño (Chile), Jesús Oro(Canadá) y Jimena Salas (España).
La temporada se extiende desde el 15 de agosto hasta el 15 de setiembre en Microteatro de Barranco (Av. Ayacucho 271). El valor es de S/17 por función y se presentan hasta cinco de ellas por fecha. Adquiere tus entradas aquí.
