La artista multidisciplinaria se hizo conocida por sus murales, tiene obra en varias ciudades del mundo y lleva adelante un proyecto social. Su carrera empezó con un concurso amateur y está a punto de ser host del primer Art Battle en el Perú.
¿Cómo descubriste el arte?
De manera inesperada, nunca antes me lo había planteado. Aquel día mi amigo Kike me incentivó a pintar una pared como jugando.
¿Cómo cambió el arte tu vida?
De muchas maneras y continúa haciéndolo. Me permite disfrutar de mi trabajo y de mi tiempo; me permite conocerme a fondo, pues cada color, detalle y figura son expresión de algo interno, que de otra manera no saldría a la luz.
¿Cómo así te animaste, en el 2015, a participar en una competencia de pintura en vivo?
Dos semanas después de pintar aquel primer mural me invitaron a participar y gané. Ese fue el inicio de mi carrera artística. Creo que fue una gran plataforma para poder darme a conocer. Considero que las competencias de arte deben basarse en la capacidad del artista de resolver su propia mente y emociones en una situación fuera de la zona de comfort.
Vas a participar como host de Art Battle Lima este 31 de enero. ¿Qué puedes contarnos del evento?
Me parece interesante que el público elija sus obras favoritas y que interactúe en la competencia. Además, al ser un torneo internacional, le podría permitir al ganador competir contra otros artistas de distintos países. Es genial compartir con otros artistas, y para el público también es muy valioso porque le da la oportunidad de presenciarlo.
¿En qué países has pintado?
En ciudades de Indonesia, Reino Unido, Argentina y España de manera presencial; además he trabajado en colecciones junto con marcas que han llegado a más de treinta países.
¿Cambia tu enfoque al cambiar el formato?
No el enfoque, pero sí las emociones. He intervenido desde avionetas hasta cascos de moto. Últimamente estoy explorando la cerámica. Uno nunca termina de conocerse.
¿Qué significa crear a partir del error?
Como sociedad, nos enseñan a no cometer errores pero nadie nos enseña a reaccionar ante ellos. Yo nunca había llevado clases de arte y era muy difícil plasmar lo que tenía en mi cabeza en papel o en muros, pero me las empecé a ingeniar para darle vuelta a los errores y ver qué podía sacar de lo que ya estaba hecho.
¿Cuáles son los objetivos de The Neon Method, tu proyecto social?
Compartir mi teoría del error y las herramientas que me sirven en el arte y también en la vida. He creado una metodología de seis pasos: dictamos talleres para niños y adultos en el sector privado y con un porcentaje de la ganancia llevamos los mismos talleres gratuitos a poblaciones que no tienen el acceso. De esta manera el proyecto es sostenible e inclusivo.
Arte comprometido
