Crear una sociedad empresarial exitosa no es fácil: mantener una amistad cuando se comparte un negocio quizá lo sea aún menos. Sin embargo, no es imposible como lo demuestran estas parejas de amigos y partners de negocios que analizan los pros y los contras de emprender entre amigos.
Diana Derteano & Andrea Neumann - Fascino La Galería
Fascino La Galería es una de las primeras concept stores de Lima. Nació como una marca de zapatos hace diez años, en una época en la que el diseño independiente lo tenía aún más difícil. Después de tres años de existencia, Andrea y Diana, sus fundadoras, abrieron su primera tienda en la avenida Conquistadores. Hoy tienen otra en el Jockey Plaza.
“Es nuestro bebé, así que somos como familia”, dice Andrea sobre Fascino. Tremenda responsabilidad ha hecho que su relación crezca. “Si no nos hubiéramos hecho socias, de repente hoy no seríamos tan pero tan amigas. Los momentos difíciles han fortalecido nuestra amistad”, reflexionan juntas. Sus caracteres son diferentes –Diana es “más radical” y Andrea “más calmada”– y a veces les resulta difícil manejar sus tiempos, pero siempre logran llegar a un punto medio. Está la confianza “a ojos cerrados” que se tienen y las enseñanzas que ambas han aprendido del negocio del retail, que son “saber que no todas las personas piensan como uno”, –explica Diana– “y que es necesario tratar de innovar siempre”.
La mejor sociedad
Carlos Cisneros & Michel Bosmans - Hotspot
Si bien Hotspot, la exitosa productora de fiestas y eventos musicales que crearon Carlos y Michel nació en el 2011, ellos ya habían trabajado juntos en varias ocasiones organizando fiestas; lo cual les permitió congeniar y lanzarse a emprender juntos. Hoy en día, además de Hotspot, son propietarios –junto con otros amigos– de negocios relacionados con el mundo del entretenimiento nocturno, como la discoteca Nikita y TOP Bar en el Boulevard de Asia y Bazar en Miraflores.
“Michel es una persona muy leal, y esa para mí es una de las virtudes más importantes. Tiene una personalidad que le permite llevarse muy bien con todo el mundo y, además, la habilidad de sacar adelante hasta las situaciones más difíciles”, dice Carlos sobre su socio. Por su parte, Michel asegura que a pesar de que piensan diferente sobre casi todo, el respeto por el criterio del otro suele llevarlos a un acuerdo. Los conflictos van por “mi egoísmo nato por la música que suena en las operaciones que tenemos y que siempre me paso un poco con las listas de invitados”, confiesa Michel entre risas. “Yo, por mi parte, no tengo mucha paciencia, pero a él le sobra”, opina Carlos. Ambos coinciden en que separar la amistad de los negocios es fundamental para que las dos cosas puedan funcionar.
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Valerie Nossar & Ana Rocío Modenesi - Don’t Panic
Se conocieron hace más de 20 años y desde entonces han tenido un nivel de complicidad fuera de lo común. “Incluso después de que cada una de nosotras vivió mucho tiempo fuera, al volver seguimos siendo unidas y queriendo lo mismo: marcar la diferencia”, aseguran. Por eso es que tras haber trabajado con distintas agencias de comunicación formaron Don’t Panic, que hoy en día es un grupo compuesto por tres empresas dedicadas a la comunicación, las relaciones públicas y la producción de eventos que se complementan y tienen el mismo ADN.
Uno de los momentos decisivos en su relación como socias ocurrió cuando un grupo internacional compró el 50 % de DP Comunicación y al ver el buen y rápido crecimiento de la empresa, “quisieron el 100 % de las acciones con argumentos y formas muy confusos. Sin embargo, decidimos pelear por nuestro proyecto y nuestro equipo, y gracias a nuestros abogados e inversionistas, DP Comunicación es 100 % peruana, mantiene sus valores intactos y tiene un crecimiento del 75 % anual”, comentan orgullosas.
Valerie se considera más numérica y mediadora, mientras que Ana es estratégica y creativa. “Cada una hace lo que le gusta y ambas somos comunicadoras de pura cepa”, explican. El próximo año lanzarán un nuevo proyecto y siempre están en busca de más.
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Talía Durand & Daniela Espinel - The Shoppe y Épicerie
Un dato curioso y que a la vez ilustra muy bien la relación amical que mantienen Daniela y Talía es que salieron embarazadas casi a la vez, con solo tres semanas de diferencia. Ocurrió hace 6 años, pocos meses después de haberse decidido a emprender con The Shoppe: un espacio dedicado a brindar servicios de pedicure, manicure, entre otros. “Cuando me enteré de que estaba embarazada, pensé: ‘¡Talía me va a matar!’”, comenta Daniela entre risas. Pronto ambas estaban con sus panzas gigantes, turnándose para encargarse de la recepción del lugar.
Luego, abrieron Épicerie, un deli en la esquina de Dasso y Yerovi –a solo metros de The Shoppe–, que fue creciendo orgánicamente hasta convertirse en un pequeño restaurante que se ha vuelto un punto de encuentro para la gente del barrio, en el que se respira una vibra de familiaridad muy agradable. Se siente como una extensión de lo que son Talía y Daniela. Y eso es bueno. “Daniela ha pasado de ser de mis mejores amigas a ser mi work wife”, dice Talía. “Es una persona de una sensibilidad extraordinaria, lo que le concede una intuición brutal que, a tropezones, he aprendido que es muy superior a la mía”, reconoce. “No es casualidad que sea psicóloga”, agrega. Daniela, por su parte, cree que el empuje y la personalidad más proclive a tomar riesgos de Talía han sido claves en el éxito de sus emprendimientos. Y si hay algo que ambas tienen clarísimo, es que su amistad está por encima de cualquier negocio.
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