Una apuesta por acercar al público a la esencia de una marca. De corta duración, los pop-ups son una oportunidad para innovar y enviar un mensaje. Estos son algunos de los ejemplos más creativos a nivel mundial.
BJÖRN BORG
Ropa deportiva a cambio de droga. Esa es la propuesta de la tienda pop-up que abrió esta marca sueca en Ámsterdam. A todos los clientes que quieran separarse de sus sustancias, la tienda ofrece prendas parte de una colección limitada con ilustraciones de Patrick Saville. Y como era de esperarse, el interés que ha generado es grande.
La inauguración de este espacio se dio en el marco de la campaña ‘Chase the Exerhighs’ de Björn Borg, con el fin de demostrar al público que haciendo ejercicio se puede obtener la misma adrenalina que dan las drogas. En palabras del director de marketing de la marca: 'Ejercitar libera tal cantidad de sustancias estimulantes en tu cerebro que podría ser ilegal en algunos países'.
COS
En 2015, un espacio industrial en Los Ángeles fue el lugar elegido por esta marca de moda para un pop-up basado en piezas de su colección otoño/invierno. El diseño estuvo a cargo del estudio Snarkitecture y se inspiró en las prendas para crear dos habitaciones idénticas, una en palo rosa y otra en blanco.
Con espejos desde el suelo hasta el techo, la firma interpretó la colección y la esencia de la marca en superficies reflejadas que ponían en relieve dos bastidores con prendas minimalistas. 'El foco de la instalación son las siluetas de las prendas y esta característica es parte de la instalación más que de una entidad separada', explicaron los diseñadores. Toda una experiencia artística.
GLOSSIER
La marca online de maquillaje y cuidado para la piel dio un gran paso en verano del 2015 cuando convirtió un piso en Manhattan en un pop-up y, así, darles la oportunidad a los compradores de Glossier de sumergirse en la estética de la marca, normalmente solo disponible online.
La diseñadora Marguerite Wade fue la fuerza creativa detrás de Summer Fridays Showroom, abierto al público todos los viernes del verano ese año. Como parte de la experiencia de este pop-up, se incluyó una instalación dedicada a la relajación, que tenía al suelo como un gran colchón, en combinación con pufs y una iluminación itinerante para completar la experiencia.
PANTONE
Conocida a nivel mundial por ser la autoridad del color, esta empresa dio un paso más allá al inaugurar su primer pop-up café en Monaco el verano de 2015. Si alguien se ha preguntado alguna vez a qué sabe el color, debería acudir a Pantone para echar luces sobre la respuesta. En este espacio, un menú con gran oferta de jugos frescos, café, pasteles y distintas opciones de almuerzo fue acompañado por las reconocidas muestras de color de la firma. Sin embargo, para pesar de muchos, esta tienda no fue un anuncio de la incursión de Pantone en la industria culinaria.
La experiencia fue posible en colaboración con líderes del sector alimentario francés y la motivación detrás no fue precisamente lucrativa, sino que más bien tuvo que ver con generar interés sobre la marca. Y sí que se consiguió.
KOTEX
Las dolencias y dificultades asociadas a la menstruación fueron el punto de partida de The Period Shop, un espacio creado por la marca para hacer los días de regla un poco menos terribles, y, de paso, continuar desmitificando el tema. Abrió solo por un fin de semana y ofreció productos de la línea Kotex U, además de ropa cómoda y colorida y otros artículos de primera necesidad, como helado, chocolate, ropa cómoda y sets de manicure.
La tienda fue diseñada por la agencia Organic y tuvo como objetivo tanto vender como compartir. Todas las asistentes fueron invitadas a explorar la colorida exposición de productos y conversar sobre experiencias sobre el período en sus vidas. Así, se trató de una buena causa por más de una razón, pues, además, todo el dinero recaudado fue donado a un refugio de mujeres sin hogar.
