La stylist y directora de arte peruana nos cuenta su relación con la moda, su decisión de mudarse a Europa; al hacerlo, revela inquietudes, anhelos y su vibrante visión del mundo.
Cuando Lucía era pequeña, su madre solía encontrarla probándose toda clase de atuendos. Con este juego Lucía fue descubriendo que el cuerpo es un lienzo y que no existen reglas para definir un estilo. 'Cada vez que te vistes demuestras quién eres, cuál es tu humor o tus ganas. Es expresión', dice.
Poco antes de cumplir 20 años se fue a hacer una pasantía a Chile en la revista Paula, en la que trabajó con profesionales que ella considera sus maestros, como el interiorista Hugo Grisanti. 'Aprendí a ensuciarme las manos, a ver, a oler y a empaparme de todo', recuerda. Creció en madurez y experiencia, y a su retorno a Lima formó la productora LU&CIA. Sin embargo, después de un tiempo se dio cuenta de que no se sentía cómoda estando quieta.
Viajó a Madrid para estudiar un posgrado y también para comenzar de cero. Un año y medio después, ahí sigue aunque no sea fácil. 'Dejé la zona de confort por un futuro incierto, un futuro en el que aún estoy trabajando e intentando encontrar mi propio espacio', explica. En Europa ha trabajado con marcas como Massimo Dutti y Mango, y ha colaborado con publicaciones como Glamour España, , mientras sus ganas y su curiosidad la siguen por las calles de Madrid . Como dice, para ella la vida 'es un eterno camino' en el que no debe darte miedo doblar en una nueva esquina.