Ha trabajado como modelo, director de arte, asistente de fotografía, y especialista en comunicaciones y marketing. Si bien sus raíces son peruanas, fue en Estados Unidos donde su creatividad afloró. Desde ahí, dirige junto a su socio, Franco Noriega, el restaurante Baby Brasa y, además, The New Allen, una iniciativa que ha llevado arte contemporáneo a más de 40 murales en Nueva York.
Tenía 17 cuando trabajaba pintando paredes en South Beach. En ese entonces, Milan Kelez vivía con una tía y encontraba en el ambiente del país norteamericano mayor libertad para ser él mismo que en Perú. Desde esa época, su trayectoria ha tenido al arte como centro y motor de sus viajes por el mundo.
Hoy, a la edad de 33, su vida se reparte entre Los Ángeles, Nueva York y Miami, ciudades en las que ha emprendido proyectos tan diversos como sus intereses. Pero en estos, él encuentra unidad: 'La comida, la vida nocturna, el entretenimiento, la hospitalidad, el street art… Todo se trata de una producción, al final', dice Kelez.
Viajes y nuevos inicios
Cuando chico, la vida de Milan transcurría en Lima, con viajes ocasionales a Paracas, lugar al que iba junto a sus padres. Pero el país que lo vio nacer no se presentaba muy amable en su juventud. En entrevista con el portal Out, Kelez contó que era un 'chico un tanti femenino' y que 'tenía problemas con la gente que lo llamaba maricón' porque le gustara la moda y no el fútbol'. Todo eso quedó atrás cuando se mudó con su tía a Miami.
Ese viaje no solo significó su primera exposición a la cultura queer, sino que también conllevó a su primera experiencia en el modelaje. Pronto, el adolescente de 17 años habría dejado la brocha y el balde de pintura para viajar a París y Milán, donde desfilaría para Gianfranco Ferré y Missoni.
Tras decidir establecerse en Estados Unidos, se involucró en nuevos proyectos artísticos y se inició como director de arte. Después de un tiempo, llegó a formar parte del equipo creativo de Joseph Kahn, un realizador de videos musicales que ha trabajado para artistas como Britney Spears, Janet Jackson y Taylor Swift. Junto a él, trabajó en la producción de un videoclip de Lady Gaga y otro de Katy Perry.
Entre el marketing y la gestión cultural
Cuando regresó a Miami, se hizo amigo del fotógrafo de moda Alexander Neumann. Unidos por sus raíces peruanas, ambos colaboraron en la fundación del Museo Mate (Milan en el área de comunicaciones y branding comercial). Su interés en el arte se veía satisfecho, a la vez que empezaba a calar en él el bichito del marketing.
Con esa nueva experiencia, volvió a Nueva York. Ahí, su amigo Franco Noriega había fundado, en 2016, el primer local de Baby Brasa, en Allen Street. Milan se acercó al lugar como amigo, pero pronto se dio cuenta de que este necesitaba ayuda para mejorar su apariencia exterior.
Primero, un cambio tan simple como el color de la puerta del restaurante. Luego, empezó, junto a Noriega, a comisionar artistas para que se ocuparan de cada pared de la calle. Ese fue el origen de The New Allen, un proyecto para conectar a artistas urbanos con patrocinadores y paredes, con el fin de darle a la ciudad una inyección de color y de creatividad.
Murales que dan de qué hablar
La fama llegó para The New Allen el año pasado con dos eventos. Primero, el mural con la inscripción 'I feel you baby', del artista Baron Von Fancy, que se convirtió en la pared más compartida en Instagram el 2017.
El segundo momento llegó cuando, el día de Navidad, Manhattan despertó con una nueva vista: un pene erecto del tamaño de cuatro pisos que adornaba la pared lateral de un edificio residencial en Broome Street. Se trataba de una obra de la artista sueca Carolina Falkholt, acostumbrada a explorar temas relacionados con el movimiento social body positivity y la igualdad de género. Pero el mural no fue apreciado por los vecinos del lugar. Incluso Kelez, quien sabía que el mural mostraría un pene, quedó en shock. 'No sabía que no iba a ser abstracto', comentó a Paper Magazine.
Tras numerosas llamadas de vecinos, medios y la policía misma, no quedó más remedio que cubrir con más pintura el mural. Para Milan Kelez, el incidente es parte de lo que el arte promueve: una conversación. Y eso es justamente lo que espera generar con The New Allen.
