Hace un año, Kenny Ayon decidió plasmar en su propia marca de ropa toda la energía que solía poner en la pintura. Inspirados en la estética punk y metal, sus diseños están lejos de pasar desapercibidos y llevan siempre consigo un espíritu de rebeldía.
Para Kenny, la revelación llegó en forma de un polo de Marilyn Manson. Cuando lo vio colgando de un perchero en H&M, no lo pudo creer. ¿Cómo había llegado la figura del icónico músico metal a una cadena de tiendas departamentales? 'Cuando era joven, eso es lo que esperaban todos los chicos de mi edad', pensó. Y, entonces, se dio cuenta de que había un espacio en el mercado para la moda que él quería crear.
Moda subversiva
Cuando estudiaba Pintura en la PUCP y necesitaba dinero para pagar sus materiales, se recurseaba vendiendo polos a los que les pintaba encima motivos satánicos. Le fue tan bien que llegó a tener una tienda en las míticas Galerías Brasil, que en ese momento era uno de los pocos huecos de Lima en que podía comprarse ropa de ese estilo, un poco más –digamos– alternativo. Así que, cuando vio el polo de Marilyn Manson en H&M, decidió volver a aquellos días y hacerlo en serio.
Moda subversiva
'Metal de lujo'
La aventura empezó a fines de 2017. Kenny Ayon había regresado a Lima después de dos años viviendo en Buenos Aires y la estadía en esa ciudad lo había empapado de conocimiento sobre moda y diseño. Ese fue otro factor que lo hizo decidirse. 'Agarré el poco dinero que tenía, compré telas y empecé a jugar con la ropa', cuenta.
Al inicio, la idea fue hacer tirajes de serigrafía, pero pronto conectó con lo que la gente realmente quería: una pieza única y especial. Y él podía dársela.
Cada prenda trabajada por Kenny es como una pieza de arte: única, de edición limitada y hecha a mano. Con esas condiciones, puso en marcha la marca que lleva su nombre, a la cual se ha avocado todo el 2018. Así, lanzó su primera colección con el nombre Contemporary Punk Star. En ella, plasmó su eterna pasión por la estética del punk y el metal, una estética que años atrás supo hacer muy suya, tan suya que al mirar cualquiera de sus cuadros uno inmediatamente podía intuir el nombre del autor.
La cración de esta colección lo acercó también a referentes como Yohji Yamamoto, diseñador japonés que introdujo el graffiti a la moda de lujo. Con esa inspiración nueva y su background en pintura, ha construido un estilo propio que él mismo define como 'metal de lujo'. Touché.
Música, arte y moda
Para Kenny Ayon, la música siempre ha sido la energía que dirige su arte, independiente de si este sea plasmado en grandes lienzos o directamente sobre la ropa. Aún recuerda las primeras piezas que diseñó en su vida. Era alrededor del 2002 y formaba parte de una banda de metal llamada 'Letal'. Para una sesión de fotos, fue él quien se encargó de la ropa del grupo. Rasgar, pintar, pegar calaveras en polos o pantalones… ya entonces le encantaba intervenir la ropa, pero no se imaginaba que en algún momento lo haría en serio.
Ahora, se encuentra a poco de lanzar su segunda colección –más oscura y con cortes más inesperados–, y le gusta la dinámica que ha generado con su marca, con Instagram como vitrina. Ahí, en ese espacio virtual, ha encontrado clientes reales, que suelen ser integrantes de grupos de hip hop, rock o trap buscando en la moda, diseños cercanos a su identidad. Y para Kenny, ese ambiente de amplificadores, guitarras y música en el que ahora habitan sus prendas, 'les da más vida, las vuelve más reales'.
En su taller en el Cono Norte, trabaja alrededor de dos días en cada pieza. A veces las confecciona y, otras veces, reutiliza prendas de marcas disponibles en el mercado y las convierte en algo completamente nuevo, como hizo con esta casaca de cuero blanca.
Moda subversiva
Le parece subversivo, y eso le gusta. Y también le gusta el hecho de que sus prendas sean unisex, de que no estén pensadas en ser o para hombre o para mujer. Luego, cuando ve la forma en que la gente conecta con ellas, se siente inspirado. Un plus para cualquier artista.
Hace unos años, sus creaciones se exhibían en espacios como la Galería Pancho Fierro o la Galería Wu, y miembros de la familia Testino lo contrataban para hacer retratos. Pero, por el momento, Kenny ha dejado de crear obras de arte que puedan ser colgadas en las paredes de una galería. Ahora, sus creaciones adquieren vida mientras se pasean por la calle, cargadas de música y rebeldía.
