En el marco del segundo día de la Semana de la Alta Costura en París,
la maison rinde homenaje a su historia y savoir-faire único con la colección
Primavera/Verano 2025.
En un momento crucial para la casa de moda, Chanel presentó una colección que destaca su savoir-faire único, justo antes del traspaso de la dirección creativa de Virginie Viard a Matthieu Blazy. La colección celebró la esencia histórica de la marca a través de diseños que combinaron la sofisticación y la elaboración meticulosa que han definido su identidad desde sus inicios. Cada pieza reflejó el delicado equilibrio entre la herencia clásica de Chanel y una sensibilidad moderna, reafirmando su capacidad para evolucionar sin perder su esencia atemporal.
El desfile fue concebido como el tiempo que pasa a lo largo de un día, comenzando a nivel cromático con el amanecer
y looks en colores como el blanco y diferentes gamas pastel para pasar a tonos más vivos y el azul noche hasta llegar al negro.
A través de combinaciones sutiles y atrevidas, el estudio creativo ha elegido rendir homenaje con esta colección de Alta Costura a un aspecto central de la obra de Gabrielle Chanel. Con su uso radical del negro, la modista provocó una gran revolución estética. Sin embargo, también fue una gran colorista. Trabajó con todos los colores del espectro, desde los negros hasta los blancos, desde los pasteles más suaves hasta los tonos más vivos.
Blanco, pasteles, tonos vivos, azul medianoche y negro: la progresión de la colección sigue un ciclo completo del día a la noche. Desde las primeras luces del día hasta el resplandor del firmamento, el escenario cromático comienza al amanecer y se reanuda al anochecer. La colección presenta un conjunto estilo pijama de crepé de seda en los tonos del amanecer, un traje de tweed amarillo sol, un vestido de tweed lila con pliegues y un traje de tweed blanco y negro pintado y bordado. Luego viene un abrigo rosa anaranjado sobre un vestido de jacquard violeta y un traje de vestir en tonos mimosa con volantes rosa pálido. Los zapatos de tiras siguen la misma lógica. Planos o de tacón, sus colores van desde el azul cielo y el violeta hasta el blanco y el crema.
Tweeds, bolsillos, trenzas, forros a juego con la blusa (que a veces se une a la falda para lograr una caída notable) y botones preciosos: todas las características del encanto de CHANEL se vuelven sublimes. Jugando con choques cromáticos y alegres contrastes, los forros se presentan en raso bronce, rosa, verde, amarillo, azul real o violeta, mientras que las trenzas son gráficas, multicolores o bordadas con florecitas. Los botones de cristal de roca, metal y pedrería se metamorfosean en lunas, soles y flores de camelia. Las estrellas lunares y solares aparecen en cinturones de terciopelo negro que recuerdan la importancia del negro para la marca.
Alternando entre cortos y largos, los vestidos también son ambas cosas a la vez. La delicadeza de sus tejidos permite un juego virtuoso de proporciones. Etéreos y bordados, con volantes y plisados, expresan la sofisticación técnica de la Alta Costura. Vestido Stardust, vestido rojo de gasa bordada, vestido camisero con plastrón plisado de raso doble amarillo pálido, capa larga abullonada azul cielo, vestido blanco de lentejuelas combinado con un abrigo de tweed champán: la colección está impregnada de aires de cuento de hadas. A través de la ligereza de los materiales y el sutil trampantojo, el encaje pintado y la gasa bordada realzada con halos de color crean la ilusión perfecta del tweed. Una imaginación onírica y teatral llevada a la vida por la Alta Costura.
Un manifiesto de belleza y una disciplina de excelencia, CHANEL Haute Couture —que celebra este año su 110.º aniversario— ofrece al estudio posibilidades ilimitadas de creación. Con intensa precisión y gran libertad, la colección Alta Costura Primavera-Verano 2025 transmite los valores y explora los códigos de la Casa. Y como dijo una vez la propia Gabrielle Chanel: “La comodidad tiene formas. El amor tiene colores.”
