“He configurado mi casa para que sea un espacio donde realmente
pueda sentirme cómoda y mis invitados también'.
Con un enfoque relajado, el objetivo de la asesora de imagen es celebrar la vida y pasarla bien,
mientras perfecciona la estética de cada encuentro.
A Mimi Burstein le encanta ser anfitriona, no solo por el placer de recibir a amigos en su departamento, sino también porque encuentra en esta actividad una manera de conectar con los demás y consigo misma. Durante estos encuentros, Mimi puede crear un ambiente que la represente, con música que inspira, elementos con intención y una atmósfera que invita a relajarse y disfrutar, dos cosas que ella sabe incorporar muy bien en su vida.
Cuando organiza una reunión, Mimi tiene un enfoque distendido y generoso. Suele invitar a más personas de las que espera recibir, porque entiende que siempre hay imprevistos. 'Nunca hay demasiada gente', asegura con confianza, abierta incluso a que sus amigos lleguen acompañados de nuevas caras. A la asesora de imagen y stylist le entusiasma la espontaneidad, conocer personas distintas, intercambiar ideas y descubrir historias que enriquecen la dinámica de la velada.
Para Mimi, ser anfitriona no es solo un acto social, sino también una experiencia transformadora. En un mundo tan acelerado, preparar una reunión le da un propósito, la obliga a detenerse y concentrarse en los detalles. Cada momento, cada decisión, se convierte en una práctica de mindfulness que le permite gozar el presente. Recibir es, para ella, tanto un arte como un refugio de la rutina. Por eso, cuando tiene visitas en su casa, aparta el celular y se enfoca en aprovechar sin interrupciones.
Por su experiencia profesional, ha desarrollado un ojo agudo para los detalles y una habilidad especial para las transformaciones con personalidad y estilo. Su trabajo la lleva a explorar constantemente nuevos espacios, de los cuales toma inspiración para enriquecer su propio entorno. Cada elemento que incorpora en su mesa y su decoración refleja su esencia creativa y su sensibilidad. “He configurado mi casa para que sea un espacio donde realmente pueda sentirme cómoda y mis invitados también”, afirma con convicción.
Aunque suele ser muy organizada, Mimi no duda en pedir ayuda cuando lo necesita. Antes de que lleguen todos los invitados, sus amigas a menudo participan en los preparativos finales, ajustando detalles de la mesa o ayudando a crear el ambiente perfecto. Este proceso se convierte en un momento compartido que refuerza los lazos entre ellas.
Para compartir en la comida, Mimi prefiere opciones ligeras que sean versátiles y agradables. Su básico es un buen tartar de salmón, acompañado de quesos y tostadas que siempre triunfan. Le gusta incluir siempre vegetales y tener opciones veganas y sin lácteos para asegurarse de que cada invitado encuentre algo que disfrute.
La tortilla de papa es otro de sus aliados: la encarga y siempre es un acierto en la mesa. Para almuerzos más elaborados, se inclina por pasta fresca con una ensalada que combina un poco de todo.
El estilo de Mimi se caracteriza por su flexibilidad y naturalidad, entendiendo que, al igual que en la vida,
no siempre todo resulta como se planea.
En cuanto a la decoración de la mesa, antes le atraían los colores audaces, pero ahora prefiere opciones en tonos más suaves que aporten equilibrio, ya que su departamento está lleno de color y detalles llamativos, por lo que necesita ese toque sutil en la mesa para equilibrar la energía visual. Se define como “recursera” cuando se trata de materializar sus ideas, ya que constantemente explora soluciones creativas e ingeniosas.
Además, tiene una visión clara: rodearse de personas expertas en su campo, por lo que busca cocrear con sus amigas. En esta ocasión, la interiorista Mariana Otero la ayudó en la elección y la disposición de las flores. “Yo misma aprendo y voy mejorando para futuras ocasiones”, comenta Mimi, buscando continuamente la manera de sorprender a sus invitados y disfrutar al máximo de cada encuentro.
