Lima, capital gastronómica mundial, condensa muchas de las propuestas culinarias más interesantes provenientes de diferentes países. Este es un recorrido global (en siete restaurantes).
LE COQ | RESTAURANTE & BAR
IG @lecoqlima
Av. Sta. Cruz 828, San Isidro.
Lo mejor de dos mundos. Este restaurante se inspira en lo clásico y artístico de Francia, y lo mezcla con un toque de modernidad y estilo casual que tiene como referencia a Estados Unidos. En otras palabras, el french-american. Ubicado en el límite entre San Isidro y Miraflores, la nueva propuesta de Coque Ossio ofrece platos que van desde unas moules-frites o unas scallops au gratin, hasta un simple pero irresistible steak frites—comfort food con un upgrade. Su lenguado a la meunière o su lomo sobre tostadas de brioche, con escalope de foie gras, bañado en salsa de vino tinto y trufa negra también son imperdibles. En el local, los cuadros que pertenecieron a Marisa Guiulfo, madre de Coque, terminan de dar el toque especial a este punto de fusión en Lima.
TOMO
IG @tomococinanikkei
Francisco de Paula Camino 260, Miraflores
El propósito de este restaurante es hacer sentir a los clientes como en casa, a través de una experiencia personalizada. Los chefs Jeremy López y Francisco Sime plantean dos premisas: respetar las técnicas japonesas y los insumos, que provienen, en su mayoría, del mar peruano. El resultado es un producto llevado a su máxima expresión a través de técnicas japonesas que van desde el tiempo de conversación del producto hasta la forma de mostrarlo dentro de un plato, con una presentación que es también un festín visual. En su coctelería ocurre algo similar. Dos de los platos estrella son el Tobiche, que consiste en cortes de pesca del día, chalaca y cushuro, leche de tigre al ají amarillo y chicharrón; y el Nigiri Bachi: concha de abanico, volcán de langostino, mantequilla de loche, anguila y aceite de trufa negra.
BAAN
IG @baan.peru
Sta. Luisa 295, San Isidro.
Después de trabajar muchos años en el extranjero, la chef Francesca Ferreyros reparó en las similitudes que existen no solo entre los insumos de Tailandia y de la selva peruana, sino en las técnicas culinarias. Entonces decidió crear un concepto que rindiera honor a ambos. En este restaurante, tanto el espacio como la comida nos trasladan al sudeste asiático, con productos locales. Entre los platos bandera se encuentran la panceta crocante con curry rojo, la pesca thai, el tikka masala, los chilli wontons y el siu mai baan. Además, ofrece una variada carta de mocktails y cocktails de autor, perfectos para disfrutar en este ambiente amplio y abierto en el que —como no podría ser de otra manera— predominan la madera y las plantas.
DHAASU
IG @dhaasucocina
Av. República de Panamá 245, Barranco.
Este concepto de comida india callejera es pionero en Perú: comida rápida —de sabores intensos, sin miedo a las especias—, preparada según métodos tradicionales, y con énfasis en ingredientes de calidad. Una cocina honesta, sin pretensiones y responsable con el medio ambiente. Algunos favoritos del local son el Butter Chicken, un curry con trozos de pollo tandoori deshuesados; el PulledChicken, un enrollado de pollo tikka —marinado con especias, cilantro y cebolla; y, para calmar la sed, el Mango Lassi, a base de fruta, yogur natural y cardamomo. El ambiente intenta recrear el caos de las calles de Nueva Delhi e incluye una cocina abierta con una barra, música especialmente seleccionada y elementos de diseño que completan esta experiencia sensorial al estilo callejero de la India.
CASA NIXTAMAL
IG @casanixtamal
Jr. Colina 108, Barranco.
Emilio Macías es un cocinero mexicano que ha trabajado en diferentes restaurantes del mundo y que, después de 15 años, cumplió su sueño de traer sus sabores a Perú. En esta “bodeguita de barrio” en Barranco, la carta es muy cambiante y se basa en los sabores de la tradición mexicana, en los productos locales de temporada y en la mirada particular que Emilio tiene de México, que se manifiesta en propuestas como el guacamole de frutas de temporada, con emulsión de palta, fresa, aguaymanto, granada, mora azul y brotes de eneldo. Una reinterpretación de un clásico que lo eleva a nivel visual y gustativo. Otros imperdibles: los tacos de arrachera; los chilaquiles verdes con huevo; o los chicharrones con palta, salsa macha, requesón y chapulines. Producto local, corazón mexicano.
CANTUÁ
IG @cantuarestaurante
Av. Mariscal La Mar 1035, Miraflores.
Una propuesta de comida brasilera con un toque peruano. Inauguró en 2018, con una carta variada, elaborada por el chef Jean Salas. En ella, hay muchas opciones de piqueos —o comida de “boteco”, como se dice en Brasil— y los principales platos de fondo del país mais grande do mundo, como la famosa feijoada o la moqueca mixta de mariscos, elaborada con dendê y leche de coco. También destacan la picaña de la casa servida con una lasaña de plátano bellaco y, como propuestas fusión, el ceviche de conchas con leche de coco o el risotto de zapallo con saltado de picaña. Los fines de semana, los comensales pueden compartir entre bossa nova y otros ritmos brasileros en vivo, en un ambiente íntimo en Miraflores.
ANIMA E CUORE
IG @animaecuorecucina
Av. Santo Toribio 163, San Isidro.
Cocina italiana clásica con ingredientes de alta calidad. Así describe el empresario gastronómico Diego León de Peralta su más reciente creación. En la carta del restaurante, que ideó junto al chef y asesor gastronómico GiacomoBocchio, destacan entradas como la stracciatella casera con higos y tomates cherry, y el vitello tonnato; pastas como el clásico cacio e pepe, y los ravioles al tartufo y asado de tira en cocción lenta. Para cerrar, el tiramisú en versión tsunami —con topping chorreado— se erige como el toque dulce perfecto. El espacio es igualmente estimulante: los comensales pueden disfrutar de una gran terraza con abundante vegetación, un salón interior decorado excepcionalmente, y unbar lounge con clásicos cocktails italianos y una extensa carta de vinos.
