Vida y carrera de Robin Wright, la actriz que está a punto de convertirse en la absoluta protagonista de una de las series más exitosas de los últimos tiempos: House Of Cards.
Sentada en un gran sillón blanco que parece hecho de mármol, Claire Underwood anuncia su reinado saludando a sus compatriotas por el 4 de julio, mientras que, a la vez, le da una chiquita a Frank Underwood –y, por qué no, también al actor Kevin Spacey–. 'Feliz día de la Independencia… a mí', dice frente a las cámaras la flamante presidenta de Estados Unidos en el universo de House Of Cards, en el video promocional de la nueva y última temporada de la serie, que cierra con el hashtag #MyTurn.
Los paralelos entre realidad y ficción son evidentes. En la era del movimiento #MeToo, la búsqueda de la igualdad y la reivindicación de los derechos de la mujer, el ascenso al poder de un personaje femenino como el de Claire luego del escándalo sexual en el que se vio envuelto Spacey es, por lo menos, simbólico (tanto en la realidad como en la ficción). 'Claire y Francis son equivalentes en cuanto a su poder, su unión y la trama. Puede que, a diferencia de Francis, yo no tenga tantas escenas en las que hablo, pero Claire no necesita verbalizar mucho. Francis es un orador, un poeta, mientras que Claire es el ego que se sienta detrás y lo dirige', ha opinado antes la actriz.
Luchó para conseguir el mismo salario que su coprotagonista, pues el personaje que interpreta era igualmente protagónico que el de Spacey antes de ser reconocido como tal, oficialmente, en esta sexta temporada. 'Me dijeron que me pagaban igual que a él, y yo les creí. Recientemente, me di cuenta de que no es así', contó la actriz en una entrevista en el 2016.
Después de que las decenas de acusaciones contra Spacey se hicieran públicas, Netflix decidió despedir al actor y reescribir la última temporada de la serie a partir de la figura de Claire, lo que les tomó aproximadamente dos meses. Finalmente, Wright no solo logró la equidad salarial que demandaba, sino el protagonismo indiscutible de House Of Cards, serie de la cual también es productora y directora ocasional.
Princesa empoderada
Las apariciones de Claire Underwood en pantalla no solo son, para muchos, los mejores momentos de House of Cards; los veinte minutos de Antiope en Wonder Woman fueron tal despliegue de fortaleza, carácter y poder que se robaron la atención en la película y significaron la aparición de una nueva heroína, pero una de carne y hueso: Robin Wright con 52 años redefine el empoderamiento femenino.
Su primer gran rol fue en 1987, cuando interpretó a Buttercup, la hermosa Princess Bride en apuros que es rescatada por su verdadero amor. En la vida real, Robin se rescató sola. Después de haber estado casada con Sean Penn, con quien tiene dos hijos, y haber mantenido con él casi 20 años de tormentosa relación, esta terminó oficialmente en el 2010. Desde entonces, la actriz se ha desentendido de los prejuicios al comprometerse con el actor Ben Foster, 15 años menor, y luego al iniciar una nueva relación con Clement Giraudet, joven ejecutivo francés de Yves Saint Laurent. Pero más allá de sus relaciones sentimentales, queda claro que este es el mejor momento en la vida de Robin Wright, sola o acompañada. Una protagonista no necesita a nadie más en la pantalla.
