Aunque la industria de la moda ha sido una de las más golpeadas por la crisis del coronavirus, varias de las empresas más renombradas del sector han dado respuestas contundentes para ayudar a combatir esta pandemia.
Una de las empresas que más titulares ha acaparado por el impresionante apoyo que ha brindado ante la expansión del coronavirus es la multinacional del español Amancio Ortega, Inditex –a la que pertenecen marcas como Zara, Pull and Bear o Bershka–, que anunció que adaptaría parte de su capacidad de fabricación textil para producir material sanitario, además de ofrecer su estructura y su soporte logístico para dar apoyo al gobierno en las compras del material requerido para frenar la pandemia, así como para gestionar sus propias donaciones. De hecho, el avión con el millón y medio de mascarillas y los 75 trajes de protección que ha donado la empresa aterrizó hace algunas horas en el aeropuerto de Zaragoza.
Y no se trata de la primera acción altruista –ni será la última– que realiza la empresa de Ortega, cuya fundación acaba de retornar a España a los 600 estudiantes que becó hace tiempo para que realizaran sus estudios de bachillerato en Estados Unidos y en Canadá. Tal ha sido su apoyo durante la crisis que las redes sociales claman, desde ya, que el premio Princesa de Asturias le sea concedido al empresario.
Por su parte, el grupo H&M, además de donar 500 mil dólares al Primer Fondo de Respuesta Solidaria Covid-19, está organizando su cadena de suministros para producir equipos de protección personal como batas, mascarilla o guantes, que proporcionarán a hospitales y trabajadores sanitarios. Ante estas acciones, las marcas de lujo no han querido quedarse atrás: firmas como Yves Saint Laurent y Balenciaga han seguido esta línea al anunciar que, próximamente, iniciarán la fabricación de mascarillas en sus talleres de Francia.
Otra firma de lujo que ha brindado su apoyo a la causa es la francesa Moncler, famosa por innovar en el ámbito de los trajes para esquiar con sus creaciones surreales que han traspasado el ámbito deportivo y suelen protagonizar las alfombras rojas de los eventos más importantes. Recientemente, la casa de modas ha donado 10 millones de euros para construir un nuevo hospital en Milán con capacidad para albergar 400 unidades de cuidados intensivos. “Milán es una ciudad que nos ha dado tiempos extraordinarios. No podemos y no debemos abandonarla. El deber de todos es devolverle a la ciudad todo lo que nos ha dado”, señaló a través de Instagram Remo Ruffini, CEO de la marca.
Dentro del grupo de diseñadores y empresarios textiles que han dado sólidas muestras de apoyo frente a la expansión del coronavirus, no podemos dejar de mencionar a Giorgio Armani, quien fue uno de los primeros diseñadores en tomar medidas de contención al celebrar su show durante la semana de la moda de Milán a puertas cerradas. Él también ha seguido por esta senda solidaria al destinar 1,4 millones de dólares a hospitales de Milán y Roma, así como al Dipartimento della Protezione Civile, la entidad encargada de manejar esta crisis en Italia.
Y si hablamos de Italia, el país europeo más golpeado por la pandemia, Donatella Versace y su hija Allegra, provenientes del país de la bota, también entregaron 200 mil euros a título personal al hospital San Raffaele de Milán, uno de los más afectados con la pandemia.
Finalmente, otra iniciativa rescatable es la de Domenico Dolce y Stefano Gabbana. La dupla italiana ha aportado fondos a la Universidad Humanitas de Milán con la finalidad de que desarrollen investigaciones sobre la respuesta del sistema inmunológico frente al COVID-19. “Sentimos la necesidad de hacer algo para combatir este devastador virus que está golpeando a toda la humanidad. Incluso un gesto pequeño puede tener un significado enorme. Apoyar la investigación científica es un deber moral para nosotros. Esperamos que nuestra contribución ayude a resolver este dramático problema”, afirmaron los diseñadores.
