¿Cómo le afecta a tu perro la cuarentena? Esa es la pregunta que muchas personas que tenemos uno o más de estos maravillosos animales en casa nos hemos estado haciendo. Y, más importante aún, ¿podemos hacer algo para mitigar los estragos del encierro en ellos? Consultamos nuestras dudas con dos especialistas.
Si para nosotros resulta difícil permanecer en confinamiento, para nuestras mascotas –especialmente los perros– la situación no es tan diferente. Y aunque sabemos podemos sacarlos brevemente con la finalidad de que no hagan sus necesidades en casa, lo cierto es que esa no es el único objetivo del paseo. “Salir es sinónimo de jugar; para algunos, incluso, de correr”, afirma el médico veterinario Christian Mori, de la veterinaria Animal Medical Center. Es esperable, entonces, que por no salir bajo las condiciones a las que han estado acostumbrados puedan sentirse deprimidos o estresados. “Agresivos no”, acota Mori.
Vanessa Vaisman, adiestradora y etóloga canina, concuerda: si bien la agresividad no es probable en estos casos, sí es posible que adopten un comportamiento destructivo. “En general, puede ocurrir que empiecen a tener comportamientos atípicos, que comiencen a hacer cosas que antes no hacían: desde comer su popó hasta morder las patas de la mesa, por ejemplo”, explica.
Y a esta ecuación hay que sumarle la capacidad que tienen los perros para reconocer algunos de nuestros estados de ánimo y emociones a través de nuestros gestos y de nuestro tono de voz, y gracias a su gran sentido del olfato, que les permite identificar nuestras hormonas. “Si por estar estresados nos mostramos ambivalentes, ellos se pueden confundir, sentir que no están en un lugar seguro y, por eso, mantenerse todo el tiempo en estado de alerta”, acota Vaisman.
¿QUÉ HACER?
Ante esta situación, ambos expertos opinan que la estabilidad es clave. La idea es poder generar, a pesar de las circunstancias, una rutina lo más estable posible para ellos. Mantener sus horarios de comida y de juego es importante para que el cambio no se sienta tan brusco.
“No hay que subestimar la capacidad de los perros para adaptarse, pero para que puedan hacerlo hay algunas cosas en las que nosotros como dueños tenemos que aportar”, advierte la adiestradora. En ese sentido, interactuar con ellos, dedicarles tiempo y cariño, y, por supuesto, jugar, son actividades esenciales, pues, como bien dice Vanessa, “un perro aburrido es un perro que hace cosas que no están bien”.
Para evitar que se aburran demasiado, ella recomienda algunos artilugios sencillos DIY con que nuestros perros jueguen. Por ejemplo, colocar comida para perros dentro de una botella de plástico y hacer orificios en ella (de un tamaño que permita que las croquetas salgan por ahí), así ellos buscarán la forma de acceder al alimento mediante el juego. “Esta dinámica los mantiene entretenidos y les produce un agotamiento positivo, porque los hace pensar. Eso sí, no hay que dejarlos solos; hay que vigilarlos constantemente para evitar que se coman el plástico”.
Otra alternativa son los juegos de olfato. Una opción consiste en acomodar cajas en un lugar de la casa o el departamento en donde se cuente con algo de espacio y ocultar comida solo en algunas. “El animal va a olfatear y a buscar la manera de encontrar la comida, discerniendo a través del olfato. Es un juego sencillo que los va a mantener ocupado y contento”, comenta Vaisman.
Aunque las circunstancias actuales estén resultando difíciles para todos –incluso para nuestros animalitos–, es cierto que algo estamos aprendiendo. Por ejemplo, en cuanto a nuestras mascotas, Vanessa sugiere tener siempre un lugar dentro de casa en que aquellos puedan hacer sus necesidades en situaciones de urgencia, un spot al que sepan que tienen permitido recurrir cuando les urja. Y esto independientemente de la cuarentena.
Paciencia, disposición, atención, mucho cariño y… ¡Juego! He ahí la clave. Tal vez sea buen momento para dedicarles a nuestros perros el tiempo que realmente merecen y proponernos enseñarles ese truco de adiestramiento que nos hará a nosotros sentirnos tan orgullosos y productivos como a ellos.