En Tinder saben que el contacto virtual es un paliativo efectivo ante el aislamiento social. Por eso, la app de citas ha anunciado que, a partir de esta semana y hasta el 30 de abril, la función que permite a sus usuarios conectar con gente de todo el mundo estará disponible de manera gratuita.
Una gran estrategia de marketing que atraerá a más de un curioso, sin duda. Tinder le saca la vuelta a la crisis que la pandemia del Coronavirus podría implicar también para las apps de citas y decide poner a disposición de sus usuarios una función antes reservada para sus clientes de Tinder Gold o Tinder Plus, quienes pagan una suscripción mensual. Se trata de Passport, una función que permite hacer match con gente de otras ciudades alrededor del globo; basta con escribir la ciudad a la que se quiere viajar virtualmente –o, para los más aventureros, simplemente colocar a ciegas el marcador sobre el mapa– para poder visualizar los perfiles de las personas de esa ciudad e iniciar una conversación en caso de darse el tan ansiado match.
Shar Dubey, el CEO de Match Group, la compañía estadounidense a la que pertenece la app, expresó que la decisión le dará a la comunidad de Tinder “la tecnología para compartir, aprender y escuchar a aquellos que están experimentando esta misma situación en diferentes geografías durante un período de aislamiento sin precedentes', una manera de 'transportarse virtualmente fuera de la cuarentena a cualquier parte del mundo'.
Y aunque lo antes mencionado tenga poco que ver con las motivaciones detrás de la creación de Tinder, las circunstancias han cambiado. Además, si bien parece no tener sentido buscar el match en tiempos de confinamiento como los que vivimos, hay que tener en cuenta que no todas las relaciones que se gestan por este medio tienen a la inmediatez como factor determinante. Es cierto que la mayoría busca un encuentro casual y que no suele mantener conversaciones con gente a la que no pueda conocer en un futuro inmediato –por no decir “esta misma noche”–, pero, quién sabe, tal vez las posibilidades de algunos de estos encuentros virtuales vayan más allá de simplemente “compartir, aprender y escuchar a aquellos que están experimentando esta misma situación en diferentes geografías”; tal vez, terminada esta cuarentena, tengas un motivo más para por fin realizar ese viaje que tanto soñaste. Tal vez seas el protagonista de una de esas historias de las que hasta ahora solo habías escuchado que le ocurrieron a la amiga de una amiga. Y, de no ser así –porque, admitámoslo, no es que sea lo más probable–, la intención de estas interacciones no siempre es concretar una cita: el contacto virtual per se es suficientemente gratificante para muchos.
De hecho, en las descripciones de algunos perfiles de la red social se puede leer textos que apuntan en esa dirección: “Hagamos más ameno el confinamiento y luego ya veremos”, dice uno. “Que no pueda salir de casa no quiere decir que no nos lo podemos pasar bien”, coquetea otro. Ambas intenciones son tan posibles como válidas. Si tienes suerte, esta podría ser una gran historia que contarles a tus nietos: la de cómo no solo sobreviviste a la pandemia del COVID-19, sino que –de paso– encontraste el amor al otro lado del mundo y en pleno confinamiento.
