El Museo Brooklyn dedica la primera gran retrospectiva en cuatro décadas a Pierre Cardin. La muestra ha sido preparada con el objetivo de revalorar la obra del modisto francés.
'¿Quién es Pierre Cardin?' Esa es la pregunta que plantea el curador Matthew Yokobosky a la entrada de la exposición 'Pierre Cardin: Future Fashion'. Lo primero que se puede apreciar es que no hay rastro de sus famosos trabajos en licencia, más de 850 lanzados desde finales de los 60, que popularizaron su nombre pero que también sirvieron para diluir su identidad. Al punto de que actualmente, a excepción de Jean-Paul Gaultier –quien trabajó en la firma al principio de su carrera– ninguna figura de la moda menciona su contribución a la industria a pesar de su trascendencia.
Homenaje al rey de la moda futurista
Para ir en contra de esa idea y del mercado masivo, Yokobosky ha seleccionado piezas de Alta Costura de los archivos personales de la casa, que puso a su disposición el propio diseñador. Es así que la muestra pone el foco en sus creaciones de los años 60, la década de la audacia y el descaro. Para una generación que lo conoce únicamente por sus camisas clásicas, esta es la oportunidad perfecta para descubrir su lado más vanguardista.
'Fue muy innovador en aquella época', explica el curador de la exposición inaugurada a finales de julio y que permanecerá abierta al público hasta el 5 de enero de 2020. 'Creo que no dormía. Tenía muchísimas ideas. No se detenía', agrega.
Moda en movimiento
Pierre Cardin se formó en el arte del corte y la confección, por lo que era capaz de elaborar sus propias prendas, algo poco común hoy en día. Volvó dicho conocimiento al servicio de su imaginación. 'Gracias a que comprendía realmente la costura, pudo crear novedosos modelos', subraya Matthew Yokobosky.
Entre las piezas más emblemáticas que recoge la muestra, destaca el vestido 'Carwash', de cintura alta y tiras verticales, que con el movimiento se asemejan a las de una estación de lavado de autos. También está el vestido de espalda 'cinética', como un móvil cortado en crepé de lana que recuerda a las obras del escultor estadounidense Alexander Calder.
Homenaje al rey de la moda futurista
'Todo es movimiento. Ropa que se expresa con la velocidad', añade. Para jugar con los volúmenes, Pierre Cardin utiliza también materiales como el vinilo o el cardine, un invento que tardó tres años en finalizar. Asimismo, sobresale su visión y pasión por el futurismo, inspirado en el espacio y su conquista. Algunas de sus piezas muy ceñidas recuerdan a los trajes de la primera serie de 'Star Trek', marcados por un espíritu unisex bastante adelantado a su tiempo. Después llegaron el icónico abrigo 'Computer' –cuyo diseño está inspirado en las placas de circuitos que Cardin vio en los ordenadores IBM–, las grandes hombreras ochenteras y un traje tipo 'origami'.
'Esta exposición responde al deseo de restablecer la identidad del señor Cardin y la grandeza de sus creaciones', dijo el curador. En líneas generales, se trata de un tributo al diseñador que pudo inspirarse en cualquier cosa, desde los moldes de silicona de las cocinas de Maxim, su restaurante, hasta en las pagodas chinas. 'Piensa a lo grande todo el tiempo. Eso es lo que aprendes de él. No hay imaginación pequeña', sentenció.
El Museo Brooklyn y Matthew Yokobosky trabajan arduamente con la intención de llevar de gira la muestra. Primero en Estados Unidos, después en Asia, donde Pierre Cardin alcanzó fama hace ya mucho tiempo, y finalmente, quizás en Francia. Esta última sería la ocasión perfecta para que el protagonista contemplara su retrospectiva, ya que no acudirá a Brooklyn porque no le gusta viajar en avión.
Cabe añadir que el legado de Pierre Cardin se pondrá en valor también durante el próximo Festival de Venecia, donde se presentará el documental 'House of Cardin', que atestigua el legado estético del diseñador.
