Experimentado, realista, sereno y bellamente profundo: así puede ser el romance en la segunda mitad de la vida.
“¿Será muy tarde para volver a enamorarme?”. En las últimas semanas, fuertes rumores sobre un supuesto romance entre Liam Neeson (73) y Pamela Anderson (58) y las ya conocidas relaciones entre celebridades como Meryl Streep (76) y Martin Short (75) o Tim Burton (66) y Monica Bellucci (60) han hecho que muchos se planteen esta cuestión.
Si bien aún existen prejuicios en torno al tema del amor y la sexualidad en la edad madura, enamorarse en esta etapa no solo es posible, sino que puede ser incluso más gratificante. La psicóloga y sexóloga Romina Castro señala: “La realidad es que esta etapa puede ser una de las más auténticas y enriquecedoras, sobre todo porque se conocen un montón ¡o al menos se supone!”.
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De otra parte, para Bryan Shannon, magíster en psicología clínica y especialista en terapia de parejas, el amor maduro es más aterrizado. “Se ha liberado de ilusiones, fantasías, idealizaciones, y busca un compañerismo e intimidad que integra lo pasional y físico dentro de un camino con propósito”, explica. Por si fuera poco, investigaciones señalan que encontrar el amor durante la adultez tardía puede favorecer la salud física y mental al proteger el cerebro y el corazón, mejorar la calidad de sueño, reducir el estrés y la ansiedad, entre otros beneficios.
La otra cara de la moneda
Aunque hay mucho por ganar, tener la oportunidad de enamorarse pasadas las cinco décadas tiene sus dificultades. Por ejemplo, hallar espacios de encuentro con personas solteras de esta edad puede ser un dolor de cabeza.
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Las aplicaciones de citas son una alternativa, aunque también tienen riesgos. “Pueden ser frustrantes. De hecho, tienen un alto índice de fracaso para aquellos que buscan una conexión de largo plazo”, detalla Shannon. No obstante, Romina Castro sugiere no descartarlas, así como explorar opciones como talleres, reuniones, grupos de deporte, gimnasio, clubs, etcétera. Por otra parte, iniciar una nueva relación después de un divorcio o de haber enviudado puede ser intenso emocionalmente. Por ello, reconciliar el pasado con el presente es vital. “Si hay hijos, además, se requiere paciencia, buena negociación de tiempos y mucho compromiso para nutrir adecuadamente la relación”, afirma Shannon. “Las personas a esa edad ya son veteranos en relaciones románticas, y es importante sanar las heridas emocionales para no arrastrar el pasado a nuestra relación actual”.
Lo cierto es que las conexiones románticas en la mediana y tercera edad pueden ofrecer mucho a quienes anhelan un nuevo comienzo. Despojados del exceso de idealización, podemos hallar un compañero o compañera con quien compartir, además de una vida sexual plena, intimidad psicológica, tiempo de calidad y afecto certero. “Y si han aprendido de errores pasados y trabajado sus heridas, vienen con mucha más inteligencia emocional que alguien en sus veintes”, afirma Shannon.
Para intentarlo, Castro aconseja definir qué es lo que se busca, sobre todo en las apps de citas, para no perder tiempo. Y principalmente trabajar en la autoestima. “Normalmente creen que ‘ya no deben’ o ‘no están en edad’, ¡y nada que ver! Pero esa seguridad empieza desde adentro”, concluye.
Así que no, no es tarde para intentarlo: quizás hasta sea el mejor momento.
