Nicolas Ghesquiére presentó en la fundación Maeght en Saint-Paulde-Vence (con una vista hermosa en la cima de la colina Colline des Gardettes) una colección arriesgada, que combinó aires de los años ochenta con una dosis de futurismo. Como él mismo lo comentó en el desfile: su colección es una suerte de homenaje a la excentricidad. Slip dresses, bordados, y una mezcla entre siluetas masculinas y femeninas protagonizan la propuesta. Grace Coddington, ex directora creativa de Vogue, colaboró con la colección en la elaboración de accesorios que reflejan su amor por los animales ('es donde conectamos más allá de la moda', explicó Coddington sobre Ghesquiére). Así, bolsos con forma de gatos y perros (y no cualquiera, sino las mascotas de ambos creativos), completaron los looks.
