En esta época del año solemos desatender a nuestra piel bajo la creencia de que estamos menos expuestos al sol. Sin embargo, el frío también tiene efectos nocivos y probablemente ya los hayas notado en el espejo. Si quieres combatirlos, debes incorporar hábitos de protección y nutrición a tu rutina diaria. Toma nota.
- Evita el agua muy caliente
Deshidrata la piel, exacerba el enrojecimiento y favorece la aparición de acné. Lo ideal es bañarse con agua tibia y no hacerlo más de dos veces al día. Luego del aseo, sécate dando toques suaves con la toalla, desde la parte superior del cuerpo hasta las extremidades inferiores.
- Productos adecuados
Para una adecuada la limpieza facial, debes emplear artículos suaves. De preferencia que estén testeados dermatológicamente, que sean humectantes y estén formulados con sustancias como las ceramidas o el ácido hialurónico.
- La clave es la hidratación
La llegada del invierno no significa que debas dejar de hidratar tu piel. El mejor momento para hacerlo es después de la ducha y antes de irte a la cama. Si tienes el cutis delicado, es recomendable visitar a un especialista en medicina estética o dermatología para que te indique cremas especiales según tu tipo de piel.
- Cuidado al exfoliar
Si tu piel es seca o sensible, evita exfoliarla. De no ser el caso, una vez a la semana será suficiente para eliminar las células muertas y potenciar la absorción de los productos hidratantes.
- Usa protector solar
Si bien durante los días nublados parece que los rayos del sol no producen daño, seguimos expuestos a los rayos UV. El uso del bloqueador es vital si se quiere prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición de manchas.
- Atención a los labios
Las bajas temperaturas y el hecho de estar mojándolos a cada instante hace que se resequen. Por eso, en esta estación es fundamental el uso de bálsamos o labiales que cuenten con componentes humectantes. ¡No los descartes de tu rutina de belleza!
- Protege tus manos
Evita los jabones y geles desinfectantes. Lo más apropiado es elegir algún jabón de manos con ingredientes humectantes. Antes de dormir es recomendable aplicar una buena crema de manos y siempre que sientas frío, no dudes en llevar guantes.
- Es momento de una mascarilla
El invierno es la época perfecta para hacerse tratamientos caseros. Las mascarillas humectantes son fáciles de aplicar, sus efectos son visibles y están súper de moda.
- Dile no a la calefacción
En invierno las personas se enfrentan a cambios de temperatura muy bruscos, que afectan severamente el cutis y producen sequedad, tirantez y deshidratación. Aquellos que trabajan en oficina deben saber que el calor seco que emana de estos sistemas provoca un desorden en los capilares de la piel. La falta de oxígeno y nutrientes a las células de la epidermis, en consecuencia, hace que luzca seca, sin brillo y con un aspecto apagado.
- Bebe abundante agua
El agua juega un rol importantísimo en la calidad de nuestra piel, ya que tiene la función de limpiar e hidratar nuestro cuerpo. Si te cuesta ingerir dos litros de agua al día, prueba con bebidas calientes sin azúcar, como las infusiones. Tampoco descuides tu alimentación: aumenta el consumo de vitamina C y antioxidantes; y evita el alcohol y el tabaco, causantes del envejecimiento temprano.