Su primer post en Instagram casi colapsa la plataforma; estrenó serie en la nueva plataforma Apple TV y, por último, acaba de recibir el People’s Choice Awards a Ícono del Año. Jennifer Aniston y una popularidad que no la deja.
El 15 de octubre de este año, la actriz Jennifer Aniston ingresó en el cosmos de Instagram a lo grande, cuando posteó un selfie con sus excompañeros de la serie Friends. Ahí estaban Lisa Kudrow (Phoebe), Matt LeBlanc (Joey), David Schwimmer (Ross), Courtney Cox (Monica) y Matthew Perry (Chandler) con arrugas y canas, pero alegres y unidos como lo son desde 1994, año en que se estrenó el show televisivo.
“Y ahora somos amigos de Instagram. Hola, Instagram”, decía el caption de la imagen que supera los 15 millones de En poco más de un mes, Jennifer ha logrado que más de 20 millones de personas la sigan en dicha red social. Es el debut más exitoso en términos estadísticos, pues sumó un millón de seguidores en poco más de cinco horas –récord hasta el momento– y logró que los otros ‘friends’ –menos Matthew Perry, pues no usa Instagram– sumen más de un millón de seguidores cada uno. Un impacto tan brutal luego del famoso “romper internet” que acuñó Kim Kardashian, que este ya tiene una nueva denominación: “el efecto Aniston”.
“Lo encuentro muy extraño”, dijo la estrella al diario británico The Guardian en noviembre pasado, en relación con su repentina vida digital. “No la entiendo, no tiene sentido para mí. Me gustaría que alguien las “rompa” de verdad [a las redes sociales], pero ahí están y ahora hay que seguir”.
La verdadera razón de la llegada de Aniston a Instagram fue, como ella misma ha dicho, promocionar The Morning Show, serie que se transmite exclusivamente en la plataforma de streaming Apple TV+. “La gente está metida en mis cajones todo el tiempo. Y los quiero fuera de mis cajones, pero ahora puedo decidir qué par mostrarles”, ha dicho la actriz de 50 años.
Amiga de varias generaciones
En setiembre de 1994, se empezó a emitir una sitcom estadounidense que planteaba preguntas muy sencillas: ¿en qué líos pueden meterse seis amigos que viven en Nueva York? ¿Qué une a un paleontólogo, una cocinera, un actor, una masajista, una mesera y un ejecutivo? ¿Qué los puede desunir?
Friends se mantuvo diez temporadas al aire y se convirtió en una de las comedias icónicas no solo de los años noventa, sino también de la historia de la televisión. Llegó a tener 50 millones de espectadores en sus picos más altos. Los nostálgicos la siguen viendo, al igual que las nuevas generaciones. No solo ronda indefinidamente en la televisión por cable hace años: Netflix pagó US$ 30 millones para sumarla a su catálogo en el 2015. Es tan pedida que la renovación del contrato costó US$ 100 millones en el 2018.
Friends le cambió la vida a Jennifer Aniston. No solo en términos profesionales –llegó a cobrar 1 millón de dólares por capítulo, ganó premios por sus actuaciones y se abrió paso en Hollywood–, sino que se aseguró la inmortalidad en la cultura pop gracias a su personaje Rachel Green.
En los últimos 25 años, Aniston ha sido una máquina mediática. Y la atención, evidentemente, no se ha detenido en su talento o belleza. Como ella misma decía, la gente está metida en sus cajones.
De hecho, es muy probable que usted sepa más detalles de la vida de esta actriz que la de su vecino. Es que la onda expansiva de su popularidad es tan grande que trasciende las páginas de espectáculo. ¿Es una inexactitud afirmar que, por lo menos, usted sabe que Jennifer estuvo casada con Brad Pitt? ¿O que se divorciaron porque Pitt inició una relación con Angelina Jolie? Esos son los hechos: sin embargo,desde que la muy pública ruptura se produjo y a lo largo de los años, incansables titulares han ubicado a Jennifer como la mujer deprimida, la ex desesperada, la soltera embarazada o la hermosa actriz con mala suerte en el amor.
Esta narrativa mediática (bastante simplona y machista, en modo que la gente debía tomar posturas: o eras del Team Jen o del Team Angie. Los detalles de aquella situación –el triángulo amoroso entre celebridades más comentado del nuevo siglo– alimentaron las fantasías del público y provocaron debates ideológicos que, incluso, duran hasta hoy.
La verdad es que Jennifer nunca pretendió ser una damnificada por terminar una relación con un hombre. Eso estaba en la imaginación de la gente. Sus amistades más cercanas (Ellen Degeneres, Laura Dern, la propia Courtney Cox) se refieren siempre a una mujer independiente, graciosa y plena. Jennifer ha actuado en películas. Tuvo participaciones especiales en varias series de televisión. Se volvió a enamorar. Se casó con el actor y guionista Justin Theroux. Se divorció. Se sigue embarcando en nuevos proyectos. La vida continuó para ella.
Nuevo amanecer
En noviembre se estrenó The Morning Show, serie producida exclusivamente para la plataforma de streaming Apple TV+. La trama es fuerte y actual: Mitch Kessler (Steve Carell) es un presentador de noticias que es despedido tras ser denunciado por acoso sexual. Su compañera en el programa, Alex Levy (Jennifern Aniston), queda al mando con Bradley Jackson (Reese Whiterspoon), la reportera que reemplaza a Mitch. Al leer los nombres de los actores y las actrices uno pensaría que se trata de una comedia, pero no lo es. La serie más bien es una reflexión sobre el impacto del #MeToo en los medios de comunicación, sobre los desafíos que viven las mujeres en una sociedad desigual.
En un perfil publicado en The New York Times en setiembre pasado, la actriz contó que su rol como Alex Levy refleja mucho de ella. “Me identifico con varias cosas, como el hecho de sentir que no quieres que te vean, que no quieres salir de la casa, que quieres gritar, que no quieres caminar en una alfombra roja”.
Jennifer Aniston tiene 50 años y, ciertamente, la mitad de su vida ha transcurrido bajo la mirada de millones de extraños, juzgada por desconocidos. Esto le dijo a Jessica Bennett de The New York Times: “He fallado. He triunfado. He superado. Tú sabes, me he quedado por aquí. Todavía estoy aquí”. Amén.
