Influencer, modelo y dueña de una marca de ropa, Jeanne Damas revive el estilo vintage parisino con una sola clave: la naturalidad.
Jeanne Damas creció rodeada de mujeres: su madre, su hermana, sus tías, sus amigas. A todas las describe como fuertes y dueñas de una estética sesentera, tan sensual como despreocupada. 'Crecí fascinada con sus looks y con detalles tan simples como sus formas de caminar, de hablar, sus gestos, las maneras en las que combinan sus prendas', ha dicho en algunas entrevistas. Así, Damas no tardó en desarrollar un estilo que la define a primera vista. Tiene solo 25 años, y como sucede con la mayoría de influencers, ya es una celebridad. Tiene más de 900 mil seguidores. No es fundadora de ningún blog –odia el término-, sino que es la mujer detrás de un diario visual. Luego creó Rouje, una marca de ropa inspirada en su armario. Es decir, llena de minifaldas y vestidos floreados, con mucha presencia del rojo, blanco y azul. 'Diseño la ropa que yo usaría', dice. ¿Y cómo es esta? 'Muy parisina', responde. Solo hace falta verla para entender a qué se refiere.
Jeanne nació, creció y vive en París. Su estilo es tan francés como un croissant en el desayuno, una tarde de lectura en el parque Buttes Chaumont, los labios rojos, el pelo desarreglado y brunette; un vestido estampado con lunares y ese toque sexy que se logra sin esfuerzo, solo con una mirada acompañada de una pícara sonrisa. Muchos medios especializados en moda la consideran la Jane Birkin millennial. Y no exageran. De hecho, ella misma ha confesado que Birkin es –después de su madre- su máxima inspiración.
Se ha ganado la fama de ser 'la mujer más francesa que hay', al menos en la actualidad. Vive junto con su novio y su gato Charlie en un piso con balcón hacia las calles de París. Tiene el tiempo (y disfruta muchísimo) de pasear en bicicleta, tomar el té verde en la misma tienda y comer en su restaurante favorito, Le Servan, cuya carta cambia todas las semanas. Damas lleva una vida con la que más de uno sueña: viaja constantemente a lugares, como Marruecos, Tokio, Túnez, al sur de Francia y más. 'Por mi trabajo siempre estoy viajando, pero creo que siempre viviré en París. Puedes irte, pero cuando regresas, siempre descubres algo nuevo', asegura. Y sí, Jeanne, dentro de todo es una chica sencilla, y eso también es parte de su chic.
