Discreta, apasionada y con un sentido del gusto exquisito, ¿quién es esta mujer que se lleva el crédito de colocar a los directores creativos de las mejores marcas de lujo en el mundo?
Las oficinas del Boulevard Malesherbes, decoradas con obras de arte, revistas, portafolios y archivos, son el lugar donde Florianne de Saint Pierre hace lo que mejor sabe hacer: encontrar talentos. Para la mayoría de los que trabajan en el ámbito de la moda –especialmente con marcas de lujo-, ella es una leyenda, 'la bróker más poderosa de la economía creativa', como la describió el diario El País. Pero los espacios que ocupa De Saint Pierre en los medios, en comparación con los que ocupan directores creativos de grandes casas de moda, son escasos. Pero tal detalle no debería importar demasiado; es usual que las mentes estrategas detrás del show sean también personas discretas. Es más, las reuniones más importantes de trabajo no suelen suceder en lugares extravagantes. No vale la pena. 'No paga ser visto', dijo De Saint Pierre en una entrevista.
Fundó su propia compañía, Florianne de Saint Pierre et Associés, en 1990, a sus 26 años. Previamente, había trabajado en el área financiera de Christian Dior, lo cual la impulsó a ser headhunter. En esos casi seis años de experiencia notó la necesidad del mercado, que faltaba la aparición de alguien que se tome el trabajo de encontrar y evaluar a mentes creativas. Además, su independencia se lo pedía a gritos. 'Abrí mi compañía porque quería la libertad de trabajar exactamente como quería', comentó en una entrevista con la revista W.
A ella se deben Christopher Bailey en la dirección creativa de Burberry (puesto que dejó a inicios del 2018, tras 17 años) y Alber Elbaz en la de Guy Laroche; también Christophe Lemaire en Lacoste y Paul Andrew en Ferragamo, entre muchos otros. Ningún cambio en la moda es al azar. De hecho, se podría decir que cualquier movimiento en este ámbito no se hace sin que De Sant Pierre lo sepa.
Sencilla, directa, discreta. Su pericia y los buenos resultados a partir de sus decisiones son más que suficientes razones para que directores de marcas escuchen lo que tiene que decir. Ya sea desde elegir a un director nuevo o solo dar un consejo, como sucedió en el momento de seleccionar al nuevo director creativo de Gucci: tal como ella lo explicó en The Telegraph, 'ellos prácticamente ya habían elegido a Alessandro Michele. Solo querían saber qué era lo que yo pensaba sobre él'. En la industria de la moda, su palabra es ley.