Conocida por sus vestidos de coctel y de noche, la diseñadora Paola Gamero decidió mostrar una colección totalmente distinta, en la que el gran protagonista es la fibra de baby alpaca. El reto que se propuso fue grande, pues es la primera vez que trabaja con tejido de punto. Gamero se apoyó en el trabajo de tejedoras de Lima, Cusco y Puno para crear prendas hechas con máquina y también a mano.
La colección incluye chompas, pantalones, sacos, vestidos cortos y faldas en la que se reconoce cierta influencia de la tendencia western. La intención de Gamero fue crear algo completo y versátil. Reconoce que fue un desafío aprender otro tipo de manejo de telas, conocer el grosor y el tipo de tejido, y entender qué funciona mejor a mano y qué a máquina. Hay experimentación, por ejemplo, en los flecos de alpaca puestos a mano sobre telas de distinta textura como raso, crepé de seda, brocado y paño de alpaca. También en la chaqueta que luce iconografía típica de la isla Taquile, en Puno, hecha usando intarsia: una técnica de tejido que crea patrones con múltiples colores.
La paleta que predomina es la de los tono tierra (beige, marrón, camel) y también la gama del rojo, terracota y naranja. No solo porque Gamero quiso que la presencia de la sierra se sienta, además de en la técnica de tejido, en los colores de la colección, sino también porque quiso resaltar los colores naturales de la fibra como un primer homenaje a una moda más sostenible.
Fotos: David Torres P. | Modelo: Marilyn Saldaña
Fotos: David Torres P. | Modelo: Marilyn Saldaña
Fotos: David Torres P. | Modelo: Marilyn Saldaña
