Esta es la primera entrega de su nueva colección, que se divide en la serie de básicos y en la de prendas más elaboradas. La segunda se desprende de la primera. Pero no es el único motivo por el que este lookbook es significativo: parte importante de la propuesta de Susan Wagner es tener siempre piezas básicas y colores sólidos. Para la diseñadora, la simpleza es también una propuesta creativa, y la marca tiene que ver con la manera en que usa el algodón orgánico, pima y tangüis, la alpaca, la baby alpaca, y más, para resaltar el material y la fibra en sí mismos. Wagner considera que solo en el material y en la forma de la prenda hay suficiente y valiosa información.
La colección continúa la línea del volumen y el oversize por el que es conocida la marca, pero además incorpora otros elementos a la silueta: la geometría de la espalda, aberturas a los lados, mangas en forma de pétalos y pliegues. La pieza estrella sigue siendo la túnica, y su aporte está en la versatilidad que Wagner le imprime, al proponer usarla por delante o por detrás, sobre pantalones o sobre faldas, como esa prenda que puede llevarse de muchas maneras durante un mismo día. Sobre la paleta de colores, esta colección se aleja de los colores tierra y apuesta por el palo de rosa que llega hasta el fucsia y el berenjena, detalles en dorado y tonos muy cálidos. El color también lo aporta la línea de accesorios que Wagner está trabajando con tejedores del Valle del Mantaro y de Viques, en Huancayo.
La colección completa podrá encontrarse en la tienda de Susan Wagner, que se reinaugurará en setiembre.