Después de 16 años, la histórica firma francesa volverá a presentar un desfile de alta costura. Oliver Rousteing, actual director creativo, retomará una tradición que quedó en pausa desde la salida de Óscar de La Renta en 2002. A pocos meses del evento en París, recordamos 5 vestidos de Balmain que nos enamoraron.
'Una prenda hecha por Pierre Balmain era la quintaesencia de la alta costura', dijo Diana Vreeland, editora de Vogue. El diseñador que fundó su propia marca en 1945 es parte de la generación que revolucionó la moda después de la Segunda Guerra Mundial, pasando de la austeridad a prendas llamativas en volumen y en refinamiento, y que Vreeland, la gurú de la moda, lo sabe bien.
Es necesario mencionar, sin embargo, que la época no se prestaba tan favorable para la alta costura, así que, tal como muchos otros creadores, Balmain decidió diseñar una línea de prêt-à-porter, en 1982, mismo año en que fallecería. Luego de eso, tuvieron que pasar once años hasta que la llegada de Óscar de La Renta le devolviera a Balmain la elegancia y brillo de sus inicios.
Con el diseñador dominicano volverían los desfiles de alta costura, siendo particularmente recordado el del 2002, el último antes de que de La Renta abandonara la dirección creativa de la firma. Ahora, con Olivier Rousteing al mando –el joven diseñador que consolidó el #BalmainArmy–, la mítica casa de moda retomará la tradición y volverá a las grandes ligas con el desfile de Alta Costura que se llevará a cabo en París en enero del próximo año.
Olivier Rousteing
Para tan importante legado, las expectativas son grandes. Aquí recordamos las piezas que nos hicieron enamorar de Balmain.
La era de Pierre Balmain
Este vestido, publicado en la Revista L’Officiel en 1979, nos da una idea de la mujer para la que diseñaba Pierre Balmain: una refinada y muy femenina. Llama la atención el efecto reversible en tela georgette que logra darle movimiento al vestido con un drapé doble de rojo. Una franja, también roja, marca la cintura alta en la prenda y sella este look que reviste a la modelo de un aire heroico.
De la Renta, un nuevo inicio
A un año de haber asumido la dirección creativa de Balmain, Óscar de La Renta demostraba que podía mantener la esencia del fundador presentando, a la par, su propia visión. Este vestido, que formó parte de la colección de otoño 1993/1994, es un ejemplo de ello. El guiño divertido lo da la corona navideña y el velo, que no le restan elegancia al look. Mientras la parte inferior tiene un diseño en tejido rojo con brocado de oro, la parte superior mantiene el color rojo con un cuello alto cruzado de terciopelo, acompañado de aplicaciones doradas.
Primavera de gala
Sin duda, es en los vestidos de gala que Balmain ha hecho despliegue de su maestría en diseño, y esta pieza de Óscar de la Renta para la colección de primavera 2001 no es la excepción. Una elegante falda blanca con pliegues y cintura baja es coronada con un extravagante top negro de tul y muselina, que combinados generan una transparencia que se ve replicada en el sombrero.
Influencia rusa
Una de las pasarelas más recordadas en la historia de Balmain, por tratarse de la última del diseñador dominicano como director creativo de la marca y, además, de la que marcaría el receso en las pasarelas de alta costura de la firma.
El lujo europeo está presente al máximo en este vestido. La influencia rusa se hace evidente en el uso de las pieles, entretejidas con una refinada blusa de encaje blanco, y en los sombreros cosacos. Hay delicadeza en cada detalle, además de suntuosidad en el diseño y vuelo de la falda, de tejido brocado y colores claros que contrastan con el marrón de las pieles.
Diosa dorada
Con la parte superior elaborada a partir de plumas doradas, este vestido no pasó desapercibido. La falda, también de dorada, entubada y con detalles en el dobladillo, fue parte central del look, coronado por una diadema y una gargantilla, cortesía de Fred Leighton. Se trató de un look perfecto para cerrar ese capítulo en la historia de Balmain.
