Con una sólida presencia en redes, proyectos propios y una vida en constante movimiento,
la influencer y empresaria peruana encuentra en la espiritualidad y el bienestar integral
sus puntos de apoyo.
En esta entrevista, habla sobre el amor, la posibilidad de la maternidad, el cuidado de su salud mental
y el entusiasmo con el que mira hacia el futuro.
En el departamento de Alondra García Miró se respira calma. A pesar de estar ubicado en una bulliciosa calle miraflorina, la influencer y empresaria ha logrado crear un ambiente que transmite tranquilidad. Acaba de terminar un agitado día de grabaciones, pero su rostro no refleja cansancio. Por el contrario, pareciera que su recargada agenda, en lugar de frenarla, la revitaliza.
Con una taza de café en la mano y vestida con un cómodo buzo que armoniza con los tonos neutrales de su sala, se apoltrona en su sofá, deja el celular y otras distracciones a un lado, y se enfoca completamente en nuestra conversación. Algo que, asegura, es parte clave de su ética laboral. “Soy una apasionada de lo que hago”, afirma. “Si alguien confía en mí, le voy a dar mi 100%. Soy comprometida en todo lo que hago, tanto en lo profesional como en lo personal”.
Esa dedicación se ve reflejada en su éxito: tiene 3.4 millones de seguidores en Instagram, es el rostro de firmas de lujo como Aldo & Co. y Vélez y colabora con marcas de prestigio como Porsche, American Express y Johnnie Walker, consolidando su posición como una de las celebridades más reconocidas del país. El año pasado estuvo nominada a los People’s Choice Awards en la categoría de Influencer Latino, y este año compite en la categoría de Mujer Internacional de los Premios Ellas.
“Nunca he sido de aclarar o confrontar, pero he aprendido a cuidarme y hoy hay cosas que ya no cuento por tranquilidad”.
VESTIDO ZARA / BODY DELOSANTOS / JOYAS ALDO & CO.
Pero su reputación no la ha construido de la noche a la mañana. Su carrera en el modelaje comenzó a los 13 años, cuando el director de casting de una tienda por departamentos la eligió entre un numeroso grupo de chicas para protagonizar la portada de su publicación. Aquel encuentro marcó el inicio de su conexión con la industria, un vínculo que más tarde la llevaría a estudiar Diseño de Modas y a fundar su primera empresa: una tienda de ropa y calzado en Chacarilla. “Por lo general, sigo mi intuición y me lanzo; soy de ir siempre hacia adelante”, explica.
En el 2013 dio el salto a la pantalla chica, incursionando en un conocido programa de competencias. Años más tarde, en el 2020, protagonizó su primera telenovela. A la par, se aventuró a abrir un restaurante propio, Mercatto Verde, proyecto que cerró durante la pandemia. “Nunca he visto nada de lo que he hecho como un fracaso, ni en lo personal ni en lo profesional, porque, al final, de todo se aprende siempre”, puntualiza.
'Soy muy de vivir el presente”
TOP Y FALDA ISIDRA
TOP DE ANI ALVAREZ CALDERON
SACO, SHORT Y BOTAS DE VÉLEZ
“Aunque prefiere mantener los detalles de su romance en reserva, ha confesado que se encuentra enamorada, feliz y contenta’”.
CASACA VELEZ / JOYAS ALDO & CO.
Amor en primera plana
Llama la atención que, a pesar de su trayectoria profesional, al escribir el nombre de Alondra en el buscador de Google, algunos resultados sigan estando ligados a su vida sentimental. Ella, sin embargo, procura separar su mundo privado del profesional. “Antes me afectaba más que se dijeran cosas que quizá no eran ciertas. Nunca he sido de aclarar o confrontar, pero he aprendido a cuidarme y hoy hay cosas que ya no cuento por tranquilidad”, explica. “Entiendo el trabajo de la prensa, pero hoy por hoy realmente priorizo mi paz mental ante todo”.
Actualmente, reparte sus días entre Madrid y Lima. Viene a nuestra capital por trabajo y para visitar a su familia; a España viaja por amor. Desde hace más de dos años, mantiene una relación con el empresario de raíces españolas Francisco Alister, a quien conoció durante un paseo en yate en Ibiza. Aunque prefiere mantener los detalles de su romance en reserva, ha confesado que se encuentra “enamorada, feliz y contenta”. Incluso, ha hablado abiertamente sobre la posibilidad de congelar sus óvulos para, más adelante, cumplir su deseo de ser madre.
“Creo que hoy en día este es un tema normal; tengo muchas amigas que lo han hecho. Me encanta que la gente lo pueda conversar y que encuentre información”, explica. “Creo que el hecho de que yo lo diga puede servir para ayudar a otras personas. Aún no he tomado la decisión porque siento que todavía no es el momento, pero no lo descarto”.
Entre el brillo y la calma
La serenidad que ha diseñado en su departamento no es solo estética, sino también espiritual. “Rezo todas las noches. Si estoy demasiado cansada, al menos me persigno. Siempre me tomo un momento para agradecer y ponerle intención a mi día”, cuenta.
La fe ha sido un pilar en su vida. “Soy muy agradecida, creo mucho en Dios y rezo. Es mi forma de meditar y de bajar mis revoluciones por la noche”, confiesa. En un mundo donde la exposición mediática y la incertidumbre son constantes, su conexión espiritual se ha convertido en un refugio, una manera de mantenerse equilibrada y enfocada.
La pérdida de su madre a causa de un infarto, cuando tenía apenas 19 años, marcó un antes y un después en su vida. Sin embargo, ha aprendido a transitar el duelo con resiliencia y gratitud. “Mi energía nunca va a ir hacia lo negativo, porque, al final, lo único que no tiene solución es la muerte”, reflexiona.
Alondra no solo cuida su imagen, sino que prioriza su bienestar integral. Se ha consolidado como una influencer que promueve hábitos positivos, alejada de escándalos y excesos. Además de su vida espiritual, utiliza el deporte como válvula de escape para el estrés. “Ya no hago ejercicio solo para verme bien; para mí, es un tema de sentirme bien por dentro. Descargo, desfogo. El deporte está netamente ligado a mi salud mental”.
VESTIDO SANDRA WEIL / JOYAS ALDO & CO.
Practica cycling y functional training, aunque en días más relajados disfruta salir a caminar, especialmente en Madrid, donde todavía conserva algo de anonimato. Además del ejercicio, su rutina de skincare es sagrada y confiesa que carga con sus productos a todas partes. Su mejor secreto de belleza, heredado de su abuela materna, es aplicarse aceite de ricino y vaselina en las pestañas para hacerlas crecer.
En su práctica diaria, también incluye hábitos como tomar agua tibia con zumo de limón en ayunas, un consejo de su terapeuta holística, que asegura que la ha hecho sentir mejor. Además, cuida su alimentación, procurando un balance entre comidas saludables y antojos ocasionales. “No soy mucho de dulces, prefiero lo salado. Amo las papas fritas”, revela entre risas.
Aunque no se aventura a hablar del futuro, confiesa que le gustaría llevar a cabo algunos proyectos en el extranjero, tal vez una película, para experimentar con formatos aún desconocidos. Sin embargo, siente que lo que sea para ella llegará en el momento correcto.
“Soy muy de vivir el presente, eso he aprendido con los años, entonces soy muy del hoy, de enfocar mi energía en el ahora. Estoy contenta y me siento muy encaminada, yendo hacia donde alguna vez me visualicé”, dice. “En el futuro solo espero seguirme sintiendo tan completa y plena como me siento hoy en día”.