La directora de arte compartió una de sus facetas más íntimas
con su primera exposición fotográfica.
Aunque desde hace un par de años reside en París, Lía Lázaro nació en Huanchaco, Trujillo. Con 17 años, partió hacia Barcelona para estudiar Diseño de Interiores y luego Visual Merchandising. La estética, confirma Lía, fue siempre lo suyo. Tras una década viviendo en España, regresó al Perú con nostalgia por sus raíces. A los pocos meses, la directora de arte ya colaboraba con firmas a las que admiraba. “Estuve 10 años en Lima, que fueron muy buenos y gratificantes, trabajando con marcas y diseñadores, como Kuna, ESCVDO, De Loreta y Mozhdeh Matin que se están posicionando afuera y que demuestran cómo podemos elevar lo nuestro”, dice Lía. Así, su trabajo ha sido publicado en revistas como Vogue México, AnOther Magazine, i-D Magazine, L’Officiel México, WGSN, Le Monde y Nowness.
Su talento es multidisciplinario y tomar fotografías siempre ha formado parte de sus días. “La cámara es como si fuera la extensión de mis ojos. Siempre he tenido una conmigo. No es algo reciente, pero guardaba mis fotos solo para mí, como algo muy íntimo”, confiesa. Cuando los hermanos Roberto y Paulo Ruiz Muñoz, diseñadores de la marca D.N.I, la invitaron a exponer sus fotografías por primera vez para ser parte de su pop-up “Realidades” —que se realizó entre el 20 de agosto y 1 de setiembre— en Casona Ofelia, Lía se animó.
El Cotidiano: Una vida reunió 14 imágenes que Lía capturó en sus viajes por el Perú, Colombia, México, Marruecos y Francia durante los últimos cinco años. “Lo que me atrae de lo cotidiano es la belleza inesperada, esa que suele pasar desapercibida para la mayoría, pero que, al detenerte a observar, guarda una emoción única”, explica Lía. En su fotografía puede verse la influencia de su trabajo como directora de arte y creativa. Imágenes que narran una historia, cuidadas y curadas, pero, al mismo tiempo, naturales, reales, simples, humanas.