Son cuatro amigas de toda la vida que empezaron un pódcast sobre maternidad.
Como siempre, cuando se juntan es para disfrutar sin culpas, desahogar y reírse a morir.
Hoy, sus hijos las acompañan: la tribu ha crecido y eso lo celebran siempre.
“La maternidad ha redefinido nuestras reuniones”.
Cuando cuatro amigas desde el colegio viven juntas la aventura de la maternidad, el lazo que las une se vuelve más fuerte y genuino. Para Talía Denegri, Chiara Lercari, Camila Benzaquen y Macarena Vidal —conocidas por el pódcast Gestapromo—, compartir los tiempos de embarazo y, ahora, la crianza de sus hijos no solo ha tejido una red de apoyo esencial, sino que ha fortalecido su amistad hasta llevarla al rango de hermandad. Ellas aprovecharon la coincidencia en sus momentos de vida para llevar a una plataforma digital lo que ya hacían: compartir consejos, reírse de ellas mismas y desahogar. Además de íntimas, son compañeras de un proyecto que empezó como diversión y que hoy las define de muchas maneras.
Desde que se conocen, se han juntado miles de veces, por miles de razones y planes. La maternidad también ha redefinido esas reuniones y hasta su estilo como anfitrionas. Entre comida real, recetas saludables y una logística bien coordinada, estas mamás han logrado un equilibrio entre la practicidad y el cariño: cuando están juntas, siempre se sienten como en casa. Pese a que la maternidad —y los compromisos de su exitoso pódcast— ha cambiado sus rutinas, no han disminuido sus ganas de pasar un rato de amigas. “Solo que ahora siempre pensamos en lo que más les gusta a nuestros hijos”, explica Macarena. Así, en este lonche en casa de Talía, mientras los pequeños disfrutan de snacks saludables como panqueques de verduras sin azúcar, ellas se relajan con una pizza y algunos postres, y encuentran un espacio para conversar, reír y desconectar del día a día.
Macarena y Camila son las decoradoras, mientras que Talía y Chiara son las cocineras.
Para este lonche, Nabila Home y Las Micaelas las ayudaron a vestir la mesa.
Aunque cuidan lo que comen sus hijos, no se privan de sus propios gustos. De vez en cuando se permiten un cheat day, un espacio para disfrutar sin culpas. “Ya es muy tarde para nosotras”, bromea Chiara, mientras el grupo comparte sus antojos favoritos: dips cremosos, pizza recién salida del horno y una selección de postres que, admiten entre risas, no puede faltar. Sin embargo, hay una regla no negociable: nada de azúcar para los niños. “Sabemos que eventualmente probarán otras cosas, pero, mientras podamos, queremos ofrecerles opciones saludables”, explica Camila. Por eso, lo que se sirve en las reuniones que comparten con los niños está cuidadosamente elegido: harinas integrales, frutas frescas y recetas caseras fáciles de replicar. Con estas elecciones, la Gestapromo no solo promueve una alimentación más consciente, sino que también demuestra que la practicidad y lo saludable pueden ir de la mano.
Para ellas, la clave está en encontrar soluciones simples que faciliten el día a día. Cuando el tiempo apremia, no dudan en recurrir a opciones prácticas de buena calidad. “Siempre tengo hamburguesitas en la congeladora”, comparte Talía, demostrando que una alimentación balanceada no tiene por qué ser complicada. ¿Su mejor consejo? No temerle al congelador, sino convertirlo en un aliado estratégico para simplificar las comidas y estar siempre preparadas, especialmente cuando se tiene niños en casa.
En el grupo, hay dos entusiastas de la cocina: Talía y Chiara. De hecho, la tarta de queso en este lonche es obra de Talía, mientras que Chiara preparó los panqueques coloridos para los niños. Camila y Macarena, aunque no son tan aficionadas a cocinar, se encargan de otros detalles, como la decoración. Su estilo, tanto en la mesa de los adultos como en la de los niños, es sencillo y cálido. Para ellas, la clave de una buena decoración está en la sencillez bien cuidada, donde cada elemento, por más simple que parezca, está pensado para crear un ambiente acogedor.
La Gestapromo ya es una pequeña comunidad de apoyo donde la maternidad se vive de forma colectiva. Sus cuatro fundadoras se acompañan, se organizan y, sobre todo, se entienden. Sus reuniones no son solo un espacio para que los niños jueguen, también son una pausa necesaria para compartir experiencias, desafíos y, por supuesto, buenos momentos alrededor de la mesa. En un mundo donde la maternidad a veces puede sentirse solitaria, ellas han encontrado en su amistad la mejor receta para llevarla con humor, practicidad y cariño.
