El hombre que se voceaba como el próximo James Bond es actor, Dj y dueño de un sello discográfico. El papel del espía más famoso no recayó finalmente en Idris Elba, pero el secreto de su éxito ya se está descubriendo.
El rumor empezó a finales del 2017. Con el retiro del último actor en interpretar al agente 007, Daniel Craig, llegaría el momento de cambio y también la posibilidad de un primer James Bond afrodescendiente. Ante ese escenario, quién mejor que Idris Elba: guapo, alto, fornido, con harto estilo y encanto de sobra. Los productores de la saga mostraron su entusiasmo a la prensa y el propio actor bromeó con un tuit más que evidente: 'My name is Elba, Idris Elba'. Al final nunca se cerró el trato, Daniel Craig seguirá encarnando al personaje, pero el estrellato llegó definitivamente para Elba. El 2018 ha sido su año.
Elba, Idris Elba
Idrissa Akuna Elba, más conocido como Idris Elba, nació y se crió en Hakney, en el este de Londres. Considera que tuvo una niñez 'felizmente distinta'. Su padre nació en Sierra Leona y su madre en Ghana, ambos en África, así que dentro de casa se sentía un poco como en otro mundo. Sus papás le hablaban, a veces, en sus idiomas natales. Con el tiempo, Elba ha perdido la fluidez de la lengua africana, pero confiesa que se siente muy conectado con su origen. Dice que su carisma −ese que tanto le elogian− proviene de sus genes que hacen que se ría hasta de los peores problemas.
Idris siempre quiso ser actor. En la secundaria se enamoró de su profesora de teatro. Al graduarse postuló e ingresó a la compañía National Youth Music Theatre. Para pagar la matrícula comenzó a trabajar como Dj en algunas discotecas en el este de Londres, su barrio. Luego de terminar los estudios, decidió que necesitaba ir en búsqueda de proyectos más grandes, así que partió a Nueva York con un par de maletas y unos cuantos ahorros. Nada más.
La Gran Manzana lo trató como a la mayoría de aspirantes a actores: atrozmente. Elba tuvo que dormir en sofás en casas de amigos, en autos; trabajó como guardia de seguridad de un club de comedia (dice que al menos fue un trabajo bastante entretenido), también trabajó sirviendo comida. Tuvo pequeñas apariciones en series exitosas, como Law and Order y The Office, y también roles secundarios en filmes, como RocknRolla y American Gangster. Y entonces, llegó el cásting para una producción de HBO que lo cambió todo.
Un nuevo leading man
En la aclamada The Wire, Elba interpretaba a un vendedor de drogas que quería convertirse en empresario. La serie se estrenó en junio del 2002 y su último capítulo se transmitió en marzo del 2008. En mayo del 2010, la BBC One estrenó Luther, serie en la que Elba consiguió el protagónico al interpretar al detective John Luther, un hombre dedicado pero también obsesivo al punto de perderse en el límite entre el bien y el mal. Su interpretación le valió premios, como el Golden Globe a Mejor Actor de Miniserie. La quinta temporada comenzó a filmarse en Londres a comienzos del 2018.
No solo interpreta a personajes en la ficción. En la vida real también tiene un alter ego: es Dj Big Driis y como tal ha seguido tocando en discotecas, fiestas y grandes plazas (tiene residencias anuales en los clubes más grandes de Ibiza), y acaba de fundar 7Wallace, su propio sello discográfico.
Cuando Blake Shelton fue elegido El Hombre más Sexy del Mundo del 2017 por la revista People, internet tuvo un pequeño breakdown ante lo que consideró el robo de un título que claramente pertenecía a Elba. Y respecto a títulos, la reina Isabel lo condecoró, y le dio la Orden del Imperio Británico en el 2015. Es más, no solo estuvo invitado a la boda del príncipe Harry con Meghan Markle hace unos meses, sino que también fue Dj de una de las fiestas más íntimas de los recién casados.
Este año se le ha visto riendo y bromeando como anfitrión de los premios The Best de la FIFA. También se le ha escuchado como vocero de la nueva campaña de la diseñadora inglesa Stella McCartney contra el cáncer de mama. Cuando el actor reflexiona sobre cuán rápido cambió su vida, asegura que 'es increíble, pues podría estar trabajando en el taller de autos de mi padre, soñando en tener una vida como esta', en lugar de vivirla al máximo, como lo hace ahora.
*Lee la nota completa en la edición de diciembre de Revista J.