Una de las “blogueras originales” y rostro obligado del chic francés, Camille Charrière posee un estilo desafiante y único. Periodista, influencer, productora, modelo ocasional y podcaster, podría ser una fashionista más, pero se rehúsa.
Allá por el 2010, cuando la moda se democratizaba en internet en la forma de fashion blogs, Camille Charrière fundó Camille Over the Rainbow, un espacio donde compartía looks y crítica de moda. Más de una década después, el blog ya no existe, pero la influencia de Camille sobre la moda continúa. Tiene más de un millón de seguidores en Instagram; escribe en Net-a-Porter y Matchesfashion.com; su marca personal le ha valido colaboraciones con Chloé, Tommy Hilfiger, Harrods y más. Estudió derecho en París y se mudó a Londres para trabajar en finanzas. La moda era el hobby que poco a poco se convirtió en su carrera principal. “Soy una gran admiradora de la mentalidad de los británicos y del ‘todo vale’. Aunque todavía conservo la mayoría de mis cualidades francesas y tengo una obsesión enfermiza por parecer chic, me he vuelto cada vez más abierta a la mezcla de colores y adoro el rollo de Notting Hill (deportivo y casual, con referencias de hip hop, y muchos colores y estampados juntos)”, comentó en Vogue.
Para su boda civil con el productor de cine François Larpin, Camille eligió un conjunto de Céline semitransparente y, para la fiesta, un naked dress diseñado por Harris Reed. No faltaron las críticas, a las que ella respondió escribiendo sobre la misoginia internalizada que detecta muchas veces entre sus seguidoras. Y es que Charrière es quizás una de las influencers más abiertas sobre lo que ocurre detrás del glamour. Suele contar cuando un look es prestado, si fue comprado con descuentos o es un regalo de las marcas. Afirma que no quiere aparentar una vida que no tiene. Ella entró a la escena de manera poco convencional, segura de que tenía algo que decir sobre la moda.