Es uno de los fundadores de Conservamos por Naturaleza, un colectivo de ambientalistas y entusiastas de la ecología y del medioambiente que marca la diferencia en un planeta que exige pensar diferente.
¿Cómo nació en ti la vena ambientalista?
Desde que tengo memoria, mis momentos de mayor felicidad han sido haciendo deporte al aire libre y en contacto con la naturaleza. Me fui involucrando cada vez más en proyectos para conservar esos sitios que me habían dado felicidad y amistades para toda la vida.
¿Cómo se origina y en qué consiste Conservamos por Naturaleza?
En Cambridge fui una esponja y tuve el privilegio de conocer a gente increíble con proyectos de vida muy simples y otros muy ambiciosos. Conservamos por Naturaleza nace con el objetivo de hacer más fácil que cualquier persona se pueda involucrar en acciones concretas y estratégicas para la conservación de la naturaleza.
¿Cuál consideras el principal logro de CxN?
Los cambios de perspectiva y hábitos en el ámbito personal. Hay historias que no pueden ser medidas con indicadores.
¿Qué reflexiones te suscitan los recientes incendios en la Amazonía?
Una primera reflexión es que hubo mucha desinformación. Los incendios forestales son muy raros en la Amazonía porque el bosque húmedo ha evolucionado para no quemarse. Y cuando se quema es crítico porque solo ocurre en temporadas de sequía extrema, en lugares donde se dan focos de calor fuera de lo común y fuertes vientos. Esta vez lo que han proliferado son las quemas y algunas de ellas, por los fuertes vientos y por darse en temporadas secas, se salieron de control y afectaron bosques aledaños. Definitivamente, se ha generado una oportunidad para hablar de la Amazonía.
¿Qué nos toca hacer?
A los Estados, dejar de ver lo ambiental como un tema sectorial, porque la ecología se funda en la idea de que todo está conectado. El reto no es apagar los incendios, sino ser efectivos previniéndolos y creando modelos productivos que permitan a quienes viven en la Amazonía mantener el bosque en pie y tener calidad de vida. A la población civil, ser más activa en la política y en los procesos de toma de decisiones. Llevar una vida más consciente e informada, especialmente respecto de nuestros hábitos de consumo.
¿Qué opinas sobre personalidades como Greta Thunberg, la ambientalista adolescente sueca?
Respeto muchísimo a Greta. Me da mucha esperanza que adolescentes tengan esa lucidez de pensamiento, conciencia colectiva y coherencia en sus acciones.
Teniendo un país tan diverso y rico, ¿sientes que la preocupación ambientalista ha calado en el Perú?
Algo ha cambiado; pero aún no es un eje de nuestra cultura.
¿Cuál es tu gran objetivo en la vida?
La principal lección de estos años es que el propósito y las relaciones humanas son la principal fuente de felicidad. Pero también que sin
la salud física y la paz mental no hay manera de disfrutar la vida.