La estética visionaria de la firma de lujo Rodarte es el centro de la primera muestra dedicada a la moda en el National Museum of Women in the Arts. Alrededor de 100 atuendos en que se despliegan las temáticas y técnicas que han hecho reconocidas a las diseñadoras Kate y Laura Mulleavy por más de 10 años serán exhibidos en el recinto hasta el 10 de febrero.
El National Museum of Women in the Arts (NMWA) es el museo más grande del mundo dedicado expresamente a exponer y celebrar el trabajo de las mujeres en las artes. En sus 30 años de historia, la muestra Rodarte es la primera que exhibe piezas de la industria de la moda. Después de todo, las creaciones de las hermanas Kate y Laura Mulleavy son, sin duda, la unión de muchas artes.
La moda como arte
La marca nació en 2005 y debe su nombre al apellido de soltera de la madre de sus fundadoras. Desde entonces, ha destacado por su uso de materiales y técnicas poco convencionales, que dan cuenta de una imaginación sin límites, además de una extrema atención al detalle.
Esas son las características de los looks que forman parte la muestra retrospectiva, comprendida por las colecciones diseñadas por las hermanas Mulleavy que desfilaron por pasarelas del 2008 al 2018. Admirando las piezas, dos temáticas son claras: la naturaleza y el arte, con énfasis en el cine.
Así, vemos una galería dedicada a las piezas que el dúo Rodarte diseñó para la película El cisne negro, de Darren Aronofsky, con un lugar especial para los tutús blanco y negro utilizados por Natalie Portman. Por supuesto, también se encuentran los vestidos de seda utilizados por Kirsten Dunst en Woodshock, la ópera prima de las hermanas Mulleavy. Ese amor por las películas, que las llevó a querer una propia, fue inculcado por su madre, quien, según cuentan Kate y Laura, incluso las animó a faltar una semana al colegio para que pudieran ver la filmografía de Alfred Hitchcock
Pero si bien esa pasión fue una herencia materna, su amor por la naturaleza surge de la influencia de su padre, botánnico de profesión, quien solía incitar a su familia a pasar buena parte del tiempo al aire libre.
Por ello, tiene sentido que vestidos que parecen estar en pleno florecimiento, en un deleite visual de colores y formas, con flores abundantes en medio del encaje, sean algunas de las piezas que cierran la muestra de forma impecable, como si hubieran salido directamente de una pintura. Las flores son casi un sello de los diseños Rodarte.
Cada una de estas piezas icónicas ocupa ahora el segundo piso del National Museum of Women in the Arts, distribuidas en ocho cuartos por la curadora Jill D’Alessandro de forma más temática que cronológica.
Se trata de un hito para esta institución y, por supuesto, para las hermanas Mulleavy: esta muestra le da estatus de obras de arte a las prendas de vestir creadas por Kate y Laura. Además, se trata de una exposición dedicada a la labor de dos mujeres jóvenes y en plena vigencia y auge de sus carreras, no a la de diseñadores del pasado, ya consagrados y venerados por generaciones de generaciones. Las implicancias, como se ve, no son menores.
