Por: Darío Rubio / Retrato: Mafer Conde

Primero comunicadora audiovisual, luego escritora, siempre poeta: Tilsa Otta vive uno de sus momentos más prolíficos con un poemario para niños, a punto de presentarse en la FIL Lima, y su primera novela recientemente firmada por Penguin Random House.

Tilsa Otta

Primero comunicadora audiovisual, luego escritora, siempre poeta: Tilsa Otta vive uno de sus momentos más prolíficos con un poemario para niños, a punto de presentarse en la FIL Lima, y su primera novela recientemente firmada por Penguin Random House.

¿Qué sientes cuando escribes?

Posibilidades infinitas, la combustión de la imaginación cuando toma el control y enciende estrellas nuevas, libertad y confianza en los desconocidos para hacernos cómplices.

¿La prosa o el verso?

Sostengo relaciones no exclusivas con ambos. Toda mi adolescencia se escribió en verso, pero veo mucha prosa en mi futuro.

Empezaste con la imagen, estudiando cine y fotografía.

¿Ese lenguaje visual se traslada a tus palabras?

Sin duda. El cine que he visto influye tanto en mi escritura como lo que he leído. La página en blanco fue la primera pantalla plana que conocimos: cuando armo una historia, pienso en montaje y edición; hay una musicalidad visual en los cortes que separan una secuencia temporal y espacial de otra.

Lxs niñxs de oro de la alquimia sexual es tu primera novela. ¿Cómo viviste ese proceso?

La novela se escribió en México y el Perú. Fue un proceso muy apasionante para mí, que vengo de la poesía. Tengo un libro de relatos cortos, pero esta fue la primera vez que logré sacar adelante un proyecto de largo aliento. Para armar la estructura fui ensamblando fragmentos, diálogos, ideas, notas, e incluso frases y versos que desde hace años esperaban encontrar un lugar. Luego, fue como lanzar una madeja de hilo en el bosque y que se desenrede hasta el final, o como pasar todos los niveles de un videojuego de realidad virtual.

¿De qué se trata la novela?

Es la historia de una chica que tiene visiones del futuro cuando tiene sexo con su novio, e intenta comprender qué debe hacer con eso y por qué le pasa a ella. A partir de esa premisa, le suceden cosas increíbles y otras muy mundanas. Es bastante cómica, pero también oscura como la vida.

Tilsa Otta

¿Tienes alguna palabra favorita?

Ahora mismo me gusta 'bbcita'.

¿Cómo nació la idea de escribir poemas para niños?

Me gusta mucho el universo infantil. En el caso específico de Ideario. Ejercicios para imaginar, surgió a partir de la lectura de una nota en Internet, que decía que un gran porcentaje de niños en Estados Unidos no sabía que las hamburguesas venían de las vaquitas; creían que era algo sintético o no tenían idea. Me puse a pensar que es muy importante que los niños sepan de dónde vienen las cosas, que conozcan la fascinante historia del diseño detrás de todos los productos que usamos. Eso despertará su propia creatividad.

¿Recuerdas cuál es el primer libro que te impresionó?

Recuerdo libros demasiado intensos que me hacían llorar de tristeza: Corazón y los cuentos socialistas para niños de Tolstói. Recuerdo un cuento en un libro de Plaza Sésamo que me marcó como a los 5 años, en el que Caponata está depre porque no sabe bailar y finalmente el Conde la observa caminar apenada y le dice: 'Pero si estás bailando'; y la convence de que caminar es bailar y Caponata queda feliz. Me cambió la vida, es muy poético.

Estuviste viviendo en México recientemente: ¿cómo fue esa experiencia?

He estado seis veces en México. Sumando las estancias debo haber permanecido alrededor de tres años. Aprendo mucho en la universidad mexicana de la vida, sobre todo de poesía. La actividad cultural es muy generosa y diversa.

¿Qué le inspira Lima a un poeta?

Hay algo en el desierto que inspira a ser agua, vencer lo árido y crecer jardines. Hay muchas cosas que no me gustan de Lima, pero ha producido varios de mis poetas más queridos. Creo que nos alimenta una visión crítica y aguda, cierta mordacidad y desobediencia a la realidad.

¿Qué significa Lima para ti?

Es mi familia, cielo blanco, mar y marcianos de fruta. Es una urbe agresiva también, a la que no me voy a cansar de sonreírle.

Si te dieran un año para vivir en cualquier parte del mundo y escribir, ¿qué ciudad elegirías?

Alguna en el Caribe, ya lo dije en un poema.

Tilsa Otta

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