13.11.2019

En Londres, la joven diseñadora de modas peruana Mariella Ruiz de Somocurcio va encontrando nuevas referencias para dar voz a un proyecto que ya tiene nombre: Catalina Picasso, su marca propia. 

Lo primero que puede decirse es que Mariella no saltó ante la posibilidad de aparecer en un artículo como personaje destacado de una revista. Por el contrario, fue cauta. Le preocupó que la nota la presente como una diseñadora de modas exitosa y de proyección internacional, cuando en realidad ella considera que vive un proceso de exploración que recién está definiendo su trabajo. Y esa búsqueda, su vida de estudiante en una ciudad ajena (Londres) y de colaboradora freelance (para algunas marcas y revistas de modas) no se parece en nada a la sensación de triunfo. Tiene mucho de trabajo duro, de dudas, de equivocaciones y de descubrimientos. En un inicio, Mariella Ruiz de Somocurcio se cuestionó si ese proceso amerita registrarse. La respuesta es que una búsqueda creativa no necesita acompañarse con grandes adjetivos. Lo segundo que puede decirse es que Mariella siempre tendrá algo que expresar.

Su voz existe

Mariella se graduó primera de su promoción como Diseñadora de Modas de Mod’Art en el 2016. La colección que le dio ese reconocimiento se llamó Belleza invisible y el cuerpo humano fue su punto de partida. 'Ella había viajado a Nueva York unos meses antes y regresó con muchas ideas', recuerda el diseñador José Ferrand, quien le enseñó en la escuela. 'Le fue muy bien con su colección final y al jurado también le gustó, pese a que a veces hay resistencia a lo que es demasiado original', comenta Ferrand. Y esa, según su profesor, es una característica de su trabajo: 'Mariella siempre fue original, sus temas y cuadernos de procesos siempre fueron sumamente interesantes y de avanzada conceptualmente; además, su ilustración era estupenda', asegura.

En Lima, Mariella colaboró con las diseñadoras Ana María Guiulfo y posteriormente con Mozhdeh Matin. Además, tuvo la oportunidad de incursionar en el diseño de joyas con una colección inspirada en su madre, Mariella Picasso, que elaboró para Murguía.

Mariella estuvo alrededor de un año en Barcelona luego de dejar Lima; Posteriormente, decidió mudarse a Inglaterra para estudiar Moda Sostenible en Central Saint Martins.

Uno de los diseños de Mariella

Dos caras

Catalina Picasso no son solo su segundo nombre y apellido, respectivamente, sino que conforman el nombre que eligió para bautizar su marca (que lanzó con una performance en el 2017). Suena bien, sí, pero, además, expresa sus ganas de jugar con un alter ego. No es casualidad, entonces, que su primera colección profesional lleve por nombre Géminis, su signo zodiacal, y que cierre el círculo conceptual que hace referencia a esa doble personalidad, a esa multiplicidad de contrastes que somos los seres humanos.

Foto de Iván Salinero

Y si Mariella tiene mucho que decir, con Catalina, por su lado, todo transcurre en su mente y en su arte, según describe la plataforma de diseño internacional Not just a label. Como bien reflexiona Mariella: 'Si tienes la suerte de tener más de un nombre, ¿por qué no tener doble identidad?'.

Foto de Macarena Puelles

Géminis es una colección atrevida, moderna, llena de texturas y de transparencias, con mensajes bordados en una tipografía de estilo gótico, que aparecen tanto en la espalda de algunas blusas y vestidos como en pantalones.

En el proceso de crear la colección, Mariella estuvo involucrada al 100 %: cada una de las piezas fue elaborada por ella con ayuda de una costurera, para que ninguna perdiera el toque personal. 'El mundo de la moda es visto como algo complicado, frívolo y costoso... Quiero que mi marca sea simple, social y alcanzable', declaró Mariella a Vogue México.

Foto de Macarena Puelles

En Londres se levanta temprano casi todos los días, se va a la escuela y trabaja en lo que le toque (como buena freelance). 'Una chelita para no perder los ánimos siempre es básico, vivir en Londres y ser cola de ratón no es fácil', asegura. Y aunque del Perú 'extraña todo', no le tiene miedo a pasar inadvertida o a ganarse con esfuerzo su regreso a Lima, con Catalina Picasso como una marca de conceptos y ejecuciones fuertes. 'Creo que en el Perú la gente no está abierta a nuevas posibilidades y es muy frustrante como peruana no poder trabajar en mi país por el momento… Pero si la selección llegó al Mundial, ¡nada es imposible!', bromea Mariella. El humor, la paciencia y el talento siempre tendrán una buena historia que contar.

Recomendados

Suscripción newsletter

He leído, comprendo y acepto los términos y condiciones generales de uso y la política de privacidad, declarando ser mayor de edad.

Mensaje enviado