El Museo Thyssen de Madrid presenta 'Balenciaga y la pintura española', una exposición que mezcla los diseños icónicos del modisto vasco y medio centenar de cuadros de artistas como El Greco, Goya y Velázquez, que inspiraron su trabajo.
La primera gran exposición dedicada a Cristóbal Balenciaga en casi 50 años se ha inaugurado en el Museo Thyssen-Bornemisza. Un total de 90 creaciones del diseñador vasco, muchas de ellas nunca antes expuestas, dialogan con 55 obras maestras de la pintura española de los siglos XVI al XX. Pero 'no son cuadros y moda, son 154 obras de arte. El proceso creativo de Balenciaga es igual al de un artista', señala Eloy Martínez de la Pera, curador de la muestra.
Conoce algunas de las claves de este excepcional viaje por los terrenos del arte pictórico y la moda, que estará abierta hasta el 22 de setiembre.
- Infancia marcada por el arte
La pintura que Cristóbal Balenciaga contempló desde su niñez en el palacete de los marqueses de Casa Torres, conocido como Vista Ona, dejó una profunda huella en él y más tarde se reflejó en sus diseños. En aquel entonces acompañaba en sus labores a su madre, una costurera de familias acomodadas. De ella heredaría su destreza en la confección, y de la exposición temprana a pinturas como las de El Greco tomaría sus colores (amarillos, fuccias y verdes vibrantes sobre todo) para impregnar de un estilo único a sus piezas más exquisitas.
- Creador de tendencias
En palabras del curador de la muestra: 'Balenciaga es el diseñador más influyente de la historia. No de la historia de España, no de la historia del siglo XX. El más influyente de toda la historia'. Martínez de la Pera considera que 'sus patrones de alta costura parecen los planos de un arquitecto'.
Sus contemporáneos lo llamaban 'maestro'. Christian Dior afirmaba que con los tejidos hacían lo que podían, pero Balenciaga hacía lo que quería. El vasco es el inventor de la silueta túnica, del baby doll, de la silueta pavo real (más corto por delante que por detrás) tan de moda en la actualidad, además de ser el autor de uno de los tejidos más hermosos de la moda: el gazar. Para dicha creación a base de seda contó con el apoyo de los prestigiosos almacenes textiles Abraham de Suiza.
- Influencia francesa
Balenciaga nunca copia el vestido de una pintura; recoge siluetas, volúmenes, colores. Precisamente, el negro es el color base de esta exposición. A lo largo del recorrido pueden apreciarse hasta cinco negros diferentes: con azul, con verde, con rojo, entre otros.
Por otro lado, los bodegones de flores que se exhiben en el Thyssen reflejan la etapa parisina de Cristóbal Balenciaga. En 1936 se instaló en la capital de Francia y entró en contacto con artistas de la estampación, artesanos de botones, flores y plumas. De todos ellos tomaría lo mejor para la confección de sus diseños de alta costura.
- Moda nupcial
Una de las salas muestra cuatro impresionantes vestidos de novia. Entre los vistosos diseños destaca la sencillez del vestido de la reina Fabiola de Bélgica, confeccionado en satén, con detalles de visón que parten del escote y forman una larga cola, además del traje de novia que elaboró en 1971 para Carmen Martínez Bordiú, considerada su última pieza de Alta Costura.
En el centro de la estancia, se encuentra un tocado propiedad de Hubert de Givenchy, quien dedicó su vida a adquirir piezas de Balenciaga. El diseñador francés falleció en marzo del año pasado, poco antes de que se anunciara esta exposición.
- Actividades paralelas
Balenciaga solo concedió dos entrevistas en su vida. La primera de ellas en 1968 a París Match, la segunda en 1971 al Times. Por eso, para aproximarse más a la vida del modisto, este 19 de setiembre se celebrará una jornada especial en torno a la muestra. En ella participarán Juan Gutiérrez, conservador del Museo del Traje de Madrid; Miren Vives, directora del Museo Balenciaga de Getaria; y Estrella Diego, catedrática de Historia del Arte Moderno y Contemporáneo de la Universidad Complutense de Madrid.
Asimismo, quienes puedan visitar Madrid en los próximos meses podrán adquirir el catálogo que acompaña a la exposición y que reproduce cada pintura y cada prenda del evento. Todas estas han sido capturas por el fotógrafo vasco Jon Cazenave, en Barcelona.
Balenciaga toma Madrid
Pero hay más. Restaurantes y boutiques de la capital española han elaborado un programa de actividades paralelas en torno a la temática de la exposición. Encuentra más información de 'Balenciaga y la pintura española' aquí.
