Manteniendo siempre un perfil bajo, y teniendo a la integridad y la consecuencia como principales valores, Keanu Reeves se ha convertido, a sus 54 años, en un sex symbol, uno de los actores más populares, y el chico bueno favorito de Hollywood.
Parece que cada día se descubre un nuevo e insólito dato sobre Keanu Reeves. La fascinación por el archiconocido actor levanta pasiones y mitos alrededor de su figura en igual proporción. La anécdota comprobada más reciente (por lo menos, al cierre de esta edición) tiene que ver nada menos que con una de las pocas personas que en vida ostentaba un estatus tan o más unánime que el propio Keanu: David Bowie. Resulta que, a principios de la década del noventa, cuando Reeves tenía una banda llamada Dogstar, teloneó el concierto del Duque Blanco en el Hollywood Palladium. Un evento que había quedado perdido en la azarosa biografía de Reeves. Algunos medios han afirmado incluso que la admiración entre ambos era mutua. Y este es solo un breve ejemplo que da cuenta de todo el discreto coolness que despide Keanu.
Mitos y verdades a medias
Aunque este dato es comprobable haciendo un poco de research, hay otros más descabellados y difíciles de dilucidar; lo cual solo mantiene ese halo de misterio alrededor del actor. Algunos dicen que cedió 80 de sus 114 millones de dólares en ganancias, por la secuela Matrix, al personal de maquillaje y efectos especiales; otros, que donó el 70 % de esas ganancias a fundaciones que apoyan la lucha contra el cáncer (su hermana fue diagnosticada con leucemia en 1991). Incluso se han elaborado teorías acerca de su presunta inmortalidad y de que en 1994 se casó con David Geffen, un famoso magnate discográfico, en un rito heterodoxo celebrado en privado en Los Ángeles.
Lo cierto es que todo acerca de Keanu inspira especulaciones e historias, empezando por su nacimiento: de nacionalidad canadiense, su familia es de Estados Unidos, Hawái, Inglaterra y China, y él nació en Beirut, en el Líbano, donde se conocieron sus padres. Actúa desde los 9 años (debutó en el teatro), a los 17 dejó la escuela y 3 años después ya estaba probando suerte en Los Ángeles y apareciendo en comerciales, como uno de Coca Cola.
Una de las historias más recientes que circulan online la constituye una carta abierta que supuestamente habría escrito el actor, en la que alienta a los lectores a 'seguir adelante a pesar de las dificultades': 'Soy la única estrella de Hollywood sin mansión. No tengo guardaespaldas y no llevo ropa cara. Aunque estoy valorado en 100 millones de dólares, ¡sigo tomando el metro y me encanta!', se lee en la carta. Resulta evidente, conociendo la actitud renuente a la ostentación que lo caracteriza, que esas líneas no corresponden a él: Keanu Reeves no andaría dando clases de autoayuda y motivación en redes sociales, ni mucho menos ufanándose de su sencillez —un acto bastante contradictorio, por cierto—. No. Cuando Keanu Reeves no está salvando al mundo (en algunas de sus películas), simplemente no sabemos qué está haciendo. Quizá en ese hermetismo radique la necesidad de generar chismes sobre su vida privada.
'El novio de internet'
Aunque siempre ha sido muy querido por las multitudes gracias al éxito de los proyectos cinematográficos en que se ha involucrado, como Speed, Pointbreak, El abogado del diablo, El día que la tierra se detuvo, la franquicia John Wick, la trilogía de Matrix y Constantine, es recién hace poco que se ha empezado a hablar del renacimiento de Keanu Reeves.
Pero ¿qué lo originó? Pues, al parecer, su reciente protagónico en la tercera entrega de la saga de John Wick; un divertido cameo en la nueva comedia romántica de Netflix Always Be My Maybe; el estreno de Toy Story 4 (en el que da voz al simpático Duke Caboom) y su participación en el elogiado videojuego Cyberpunk 2077 tienen que ver con el resurgir de esta mítica figura noventera que las nuevas generaciones han bautizado como 'el novio de Internet'.
Y hablando de noviazgos, hagamos un repaso por las afortunadas integrantes del club de salientes del actor. En la lista se encuentran nombres como Sandra Bullock, Cameron Diaz, Sofia Coppola, Winona Ryder y Charlize Theron. Sin embargo, a quien Reeves confesamente considera el gran amor de su vida es a Jennifer Syme, la asistenta del director David Lynch, con quien inició una relación en 1998. La historia trágica de este romance es conocida: Junto con Syme, el actor concibió a una bebé que, lamentablemente, nació muerta. El suceso sumió en una profunda depresión a su entonces pareja y ambos decidieron separarse pocas semanas después, pero continuaron siendo amigos hasta que, la joven actriz falleció en un accidente de tránsito a los 29 años.
Como es de esperar, el deceso de Syme, junto con el de su gran amigo River Phoenix, ha sido uno de los acontecimientos más dolorosos en la vida de Reeves, una tragedia de las que uno 'nunca llega a superar'. Desde entonces, al intérprete no se le ha conocido pareja formal y duradera. De hecho, ha confesado ser 'un hombre solitario'.
Persona favorita
'Keanu es la persona más íntegra en la actualidad, ¡háganlo la persona del año!', se lee en la petición que se ha creado en Change.org para que la estrella de Matrix sea elegida Persona del Año por la revista Time, y que, a la fecha, ha sido firmada por alrededor de 200 mil personas. 'Keanu donó en secreto millones de sus ganancias a hospitales para niños y otras beneficencias, y ha hecho increíbles cosas para otros en público sin pedir algo a cambio', continúa. Aunque es poco probable que la publicación haga caso a esta demanda, es nuevamente muestra del fanatismo que el actor despierta y, sobre todo, de la fama de tipo intachable que ostenta.
En épocas de superficialidad reinante, llevar una vida que se considera austera para los estándares de Hollywood parece ser virtud suficiente para ganarse el amor del planeta entero. Si a eso se le suma el talento y —cómo no mencionarlo— el atractivo físico sui generis de Keanu, el resultado es infalible.