El director comercial de Escudo escogió objetos en los que reconoce a gente querida: regalos importantes o piezas de amigos artistas con valor que es también sentimental.
Casaca del abuelo.
Lo recuerda como un hombre amante del buen vestir, nunca desarreglado, como lo demuestra esta casaca. Tiene años, pero sigue siendo la pieza más cómoda y sentimental de su clóset.
Cadena de conejos.
Una pieza que lo identifica porque siempre la usa. La cadena de plata fue un intercambio con unas diseñadoras mexicanas.
Revista Amateur.
De Andrés Miró Quesada. Un libro-objeto con miles de penes dibujados. Cuelga en su sala en una caja de acrílico y siempre le saca una sonrisa cuando alguna visita se escandaliza.
Escultura de Pamela Arce.
Ama su trabajo. Y además, la artista se casó con uno de sus mejores amigos. Antes de mudarse a Australia, ella le regaló esta pieza.
Calavera.
Hecha por su compañera de piso, Ariana, que pronto se mudará. Le ha prometido que le dejará esa pieza de recuerdo y espera que cumpla su promesa.
Pájaro rosado.
Trabaja mucho con las comunidades de la selva y 'la hermosa Doris', una señora que vive en la comunidad de San Francisco, en Loreto, se lo regaló como agradecimiento. Siempre la recuerda.
Libro Eating Animals.
Sus hábitos alimenticios cambiaron radicalmente después de leer este libro acerca de la industria de la carne y nuestra relación con los animales. Cree que los hábitos pueden y deben cambiar.
Aceite de coco.
Loción, elixir, perfume y aceite esencial de la vida. Se ha convertido en su aroma, porque lo usa para todo.
Estantería ALBO.
Más que una estantería, esta pieza de la marca de mobiliario de Pamela Remy, es una musa, asegura Daniel. Y es el lugar que organiza su vida.
Arte de Ishmael y Antonia Randall.
Valor artístico y sentimental en una sola pieza. Antonia Randall, hija de Ishmael Randall y ahijada de Daniel, será una digna sucesora de su padre. De todos sus cuadros, es el más valioso.