El remozado Palazzo della Mercanzia se convierte en Gucci Garden, espacio que acoge la nueva tienda y galería de la firma italiana, así como una osteria de Massimo Bottura dirigida por Karime López, chef mexicana que trabajó varios años en Lima.
El rediseñado interior del palacio del siglo XIV, que fue desde 2011 el Museo Gucci, es ahora un elegante e histórico espacio creativo que expone los archivos, colecciones curadas y colaboraciones artísticas de la tradicional firma. Rebautizado como Gucci Garden, ha abierto sus puertas en enero y lo que adentro acontece es explicado por la marca como 'una exploración de la imaginación y la creatividad'.
El proyecto consta de una galería de dos pisos, una boutique de piezas exclusivas y una osteria a cargo del afamado chef Massimo Bottura, reconocido por su Osteria Francescana de tres estrellas Michelin (y de nuevo elegido como el mejor restaurante del mundo por la guía The World’s 50 Best). El chef italiano ha creado un restaurante de íntima atmósfera en la planta baja del edificio, llamado Gucci Osteria. El menú se basa en la cocina italiana clásica, pero encuentra su forma en un viaje continuo, en la exploración del mundo. 'Nos recuerda que Florencia ha sido siempre un centro de intercambio cultural', precisa Bottura. Esa dinámica hace palpitar el corazón de su cocina y del palacio.
La chef a cargo de Gucci Osteria sabe perfectamente cómo trasladar el viaje a una experiencia gastronómica. Karime López es mexicana e inició su carrera estudiando artes plásticas en París antes de volcar su creatividad a la cocina. Pese a su juventud (tiene 35 años), ha trabajado en Can Fabes del fallecido Santi Santamaría (con tres estrellas Michelin) en Barcelona, en Pujol con Enrique Olvera en Ciudad de México, en Ryugin de Seiji Yamamoto (otro tres estrellas Michelin) en Tokio y, finalmente, en Central de Virgilio Martínez en Lima, donde permaneció cuatro años hasta principios del 2017. Es decir, López ha recorrido el mundo para experimentar los más disímiles sabores y las mejores tradiciones gastronómicas.
En Central, su función principal fue dirigir el desarrollo y la investigación para los platos nuevos y el menú de pasos. 'Trabajar en Central fue como si me regalaran el conocimiento: aprendí mucho de los productos y del Perú', reflexiona a la distancia. 'Pero sobre todo aprendí de la gente maravillosa que conocí, que es lo más valioso de haber estado allá'. Massimo Botura la ha nombrado chef de Gucci Osteria y le encargó la tarea de confeccionar su menú, 'con la única condición de que siguiera el concepto: un viaje en el mundo', precisa la chef, quien se encargó también del diseño de la cocina y de la vajilla en conjunto con el equipo de Gucci. El universo de los sabores está siempre en expansión.