Es diseñadora y fotógrafa, pero por sobre todas las cosas es una apasionada del arte, del Perú y de sus artesanos. Todo se ve reflejado en los dos proyectos personales de Kiara Rodrigo, que buscan resaltar las mentes que crean y las manos que hacen.
Siempre se había sentido muy conectada con el arte, pero cuando Kiara decidió participar en un concurso de fotografía en el colegio, no sabía que iba a descubrir una pasión tan grande en su interior. Tuvo que enfrentarse a su familia cuando a los 16 años dio por hecho que no había otra cosa que quisiera estudiar. “Poco a poco fueron aceptándolo, porque les dije que no importa lo que estudies si lo haces con pasión y con amor. Así las cosas salen bien”, asegura con joven sapiencia.
Así como la foto llegó a su vida sin pensarlo mucho, un viaje al norte del país terminó de moldear su destino. Conoció a unas tejedoras artesanales y empezó a diseñar para ellas. De esa manera nació Mulata, su marca de indumentaria hecha en crochet con algodón orgánico, de forma artesanal y con piezas únicas que celebran un trabajo tradicional. Y como había que tomarle fotos a la ropa, también nació Muna, su estudio fotográfico, que hoy recibe encargos de otras marcas.
“Más que moda, para mí es arte. Y ambos proyectos abordan el tema ambiental: Mulata fomenta la compra responsable y Muna transmite amor por lo que nos rodea”. Y es que cuando hay pasión, hay ganas de un mundo mejor.