La diseñadora Karen Mannheim ha compuesto un departamento dinámico y alegre, lleno de arte, plantas y vida.
De pie en medio de la sala, nadie diría que se ha amanecido a uno de los días más grises del invierno. Las grandes ventanas de la sala bañan los ambientes con luz natural que los enciende y deja ver su colorido. El dúplex tiene su propio microclima, uno generado por la extensa colección de arte, por el cálido efecto de las luminarias y la presencia constante de verde.
Este departamento es parte de un proyecto muy especial para su propietaria, Karen Mannheim: no solo porque es el hogar donde vive con su familia desde fines del año pasado, sino porque fue ella junto con dos socios, quienes se juntaron para construir el edificio. La arquitectura pertenece a Mario Lara, pero cada propietario quiso darle a su departamento una personalidad propia. Así, Karen y su familia querían tener espacios muy abiertos, y a ese deseo corresponde la distribución del dúplex. Para el diseño de interiores, convocó al arquitecto Jordi Puig quien hizo un trabajo integral, y participó desde los planos para definir los acabados y el mobiliario. Pero Mannheim, como dueña de la empresa de diseño Trazzo Iluminación, no podía entregar por entero a otra persona el proyecto de su propia casa. 'Yo participé desde el comienzo y tenía muy claro el look que quería darle a cada ambiente: quería que el departamento sea moderno, casual y con un toque vanguardista, tipo loft de Nueva York', explica. El resultado es un departamento con luz propia.