Anclada en un acantilado, esta casa aprovecha la altura para hacer de la vista parte fundamental de su experiencia de playa.
Un corredor semiabierto, como un camino de madera que conduce al mar, enmarca el horizonte y recibe al visitante. Es este el primer asomo, la primera mirada a la casa. Y es significativo, porque esta ha sido pensada desde su relación con el entorno: con el acantilado que la eleva y con la playa que le da sentido a su emplazamiento. El paisaje es su razón de ser.
La casa es parte del condominio Kaia, en Punta Hermosa, diseñado por Josip Vuskovic como parte de un proyecto en conjunto entre el arquitecto y el empresario Diego León de Peralta. La casa, como las otras 21 que componen el condominio, también es obra de Vuskovic. Cada una de ellas tiene una particularidad que responde a los requerimientos específicos de sus propietarios, pero el condominio, en su totalidad, guarda una necesaria unidad. Las casas más altas se encuentran a 25 metros sobre la playa, y las más bajas están a 8 metros. La altura garantiza la vista y protege a las construcciones de la salida del mar. Esta casa en especial tiene una de las mejores ubicaciones del acantilado, extendiéndose casi sobre la piscina infinita del condominio. Con un área considerable de 600 metros cuadrados, gira alrededor del área social de doble altura, lo cual permite sacarle el mejor provecho a la vista. El diseño recurre a plataformas voladas para ganar terreno a la roca: la terraza suspendida sobre la playa da una sensación es de completa libertad.