Una pareja joven, de gustos conservadores y con mucha vida social regresa a Lima luego de una estancia en Europa. Sin desprenderse de sus piezas más queridas, necesitaba apropiarse de las dimensiones del dúplex en el Golf Los Incas. Ese fue el principal reto del interiorista Roberto De Rivero.
El amplio dúplex en los cerros de Camacho se encontraba ya ocupado por la joven pareja de propietarios y sus tres hijos pequeños, cuando se convocó al interiorista Roberto de Rivero para que les ayude a terminar de instalarse. Este sería su primer hogar luego de volver a Lima, tras un tiempo viviendo en un haras en Génova. Al mudarse de continente trajeron consigo varias piezas de mobiliario, sobre todo antigüedades, de las que no querían desprenderse. A pesar de que el área del departamento en El Golf Los Incas es considerable, la familia venía de ocupar una casa grande; así que un primer reto para el interiorista sería reducirlos a un espacio menor sin eliminar objetos importantes y sin importunar el estilo de vida. La pareja de propietarios quería usar toda su área social, poder hacer almuerzos y cenas para varios invitados en el comedor, disfrutar la doble altura de la sala o la excepcional vista desde su terraza, en compañía. Con esas premisas, De Rivero empezó su trabajo.
Si de impacto se trata, muchas de las piezas que ya pertenecían a la familia consiguen el foco de atención. Están el armario de madera con fina marquetería, por ejemplo; el secretaire antiguo que se usa como bar, o el chaise longue de casi dos metros y medio de largo. Roberto de Rivero no solo debía respetar esta presencia y trabajar alrededor de ella: su estudio se encargó de restaurar el mobiliario antiguo. Además, De Rivero diseñó piezas que combinan tendencias actuales con aires vintage. Es el caso de la butaca con piel de vicuña o los adornos y detalles en dorado, un metálico que evoca lo clásico pero que es, a la vez, muy actual. 'Los clientes son muy conservadores. No podíamos hacer algo muy extravagante, pero tampoco queríamos porque no es el proyecto para hacerlo', explica el decorador. Lo que sí quiso fue incorporar ciertos detalles que le den un punto más desenfadado al espacio y que lo hagan más acogedor.