Para las parejas unidas por un pasatiempo o afición, el viaje de novios es la oportunidad de llegar juntos hacia ese paraíso de sus sueños. Aquí, cuatro lunas de miel diseñadas a medida de una pareja.
Para foodies
Hay algunas ciudades en el mundo con mejores ofertas gastronómicas que otras. Algunas pueden resultar el perfecto destino para una luna de miel foodie. Por ejemplo, San Sebastián, en el norte de España, en el País Vasco, ofrece una impresionante selección de restaurantes con estrellas Michelin, como Arzak, Mugaritz o Martín Berasategui, entre los más reconocidos. Pero, además, su cultura de bares y pintxos, sus playas y vida nocturna la hacen un destino especial. El periplo gastronómico puede continuarse por las ciudades vecinas de Bilbao y Pamplona.
Tokio, por su parte, es otra ciudad imponente cuando se piensa en comer. Una cultura que va desde los puestos de yakitori (una especie de brochetas a la parrilla), los hospedajes ryokan y sus restaurantes de lujo. Es sabido que la capital japonesa tiene más restaurantes con estrellas Michelin que París. Un poco más al sur, también en el oceano Pacífico, ciudades australianas, como Melbourne y Sídney cuentan con chefs de renombre mundial, pero el subcontinente tiene mucho más que ofrecer desde Perth hasta Adelaida e, incluso, en la vecina Tasmania. Es cuestión de planear el itinerario y afilar el paladar.
Para musicales
Casarse en el invierno del hemisferio sur no es tan mala idea si se piensa en la escena de festivales de verano del Viejo Continente, que puede ofrecer una luna de miel musical con lo mejor de la escena internacional de diversos géneros. El viaje puede iniciarse en el Primavera Sound, en Barcelona. Son 5 días a final de mayo y se puede comprar un abono por todo el festival. El 2018 vio a bandas y artistas como Arctic Monkeys, Haim, Björk, Lorde y Lykke Li. Antes de saltar a otro país, en la misma Barcelona se celebra el Sónar Festival durante la quincena de junio. Aquí la propuesta es más electrónica. Unos días más tarde se puede viajar a Inglaterra al Festival Isla de Wight, histórico encuentro que se inició en 1968, en pleno furor de Woodstock. Aquí el rock es rey y los príncipes del brit pop son locales. Pero es pasada la quincena de julio que se celebra uno de los festivales más llamativos de los últimos años: Tomorrowland, en Bélgica. Su puesta en escena onírica y la magnitud de su asistencia lo hacen un evento imperdible.
Para deportistas
Un mundial de fútbol siempre es un plan interesante. Muchos peruanos pasaron su luna de miel en Rusia el pasado julio. Pero hay otros eventos que concitan la atención como, por ejemplo, alguno de los Grand Slam de tennis en las ciudades de Melbourne, París, Londres o Nueva York. No se descarta una final de Champions League o un derby español Real Madrid-Barcelona. O una noche en el Super Bowl de la NFL y un playoff de la NBA. También la Fórmula 1 ofrece escenarios de adrenalina con cuotas de glamour. Solo pensemos en el Gran Prix de Montecarlo, el de Monza (Italia) o el de Interlagos (Brasil).
Para los runners no hay otra meca que la maratón de Nueva York. Si la ciudad por sí sola es un viaje prometedor, durante la carrera se vuelve una fiesta. Y para los ironman, no hay otra que enrumbar hacia la gran isla de Kona, en Hawái para vivir el esfuerzo (y sufrimiento) de los participantes.
Luna de Miel
Para geeks
No estamos hablando de los nerds de los ochenta y noventa. Hay cierto orgullo en gustos y aficiones nacidos de la cultura popular de superhéroes e historias de fantasía. En esto los parques temáticos de Disney son expertos. No solo tienen a los héroes de Marvel en sus instalaciones, para el 2019 están inaugurando un parque íntegro inspirado en el universo de Star Wars, incluido un hotel. Si la pareja, por su lado, es fanática de la serie de HBO Game of Thrones, pueden realizar un periplo por algunos de los escenarios que se pueden ver en la pantalla. Esto incluye desde parajes en Irlanda del Norte, hasta Dubrovnik, en Croacia, que en la serie es la ciudad de King’s Landing, o la Alhambra de Granada que recreó los jardines de Dorne. Para los fans de los cómics está el Comic Con de San Diego. Para los de El señor de los anillos, Nueva Zelanda es el destino; no por nada el director Peter Jackson eligió sus paisajes para representar la Tierra Media. Para los de Harry Potter se puede ir a Londres donde permanece el estudio de la saga perteneciente a Warner Bros, así como al parque de Universal, en Orlando, ambientado en el universo de Hogwarts. Incluso se puede visitar The Elephant House, en Edimburgo, el café donde J. K. Rowling empezó a escribir la primera novela del joven mago.
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