En el corazón de Tambopata, en la amazonía peruana, se descubren todas las razones por las que Inkaterra Reserva Amazónica fue reconocido como uno de los 25 mejores ecolodges del mundo.
Es una joya escondida, un espacio donde se disfruta uno de los máximos lujos actuales: estar en conexión con la naturaleza. Es una cama en la que se puede dormir arrullado con el sonido del bosque tropical y despertar con la vista del río Madre de Dios, que no es cosa de todos los días. Para llegar hay que volar a Puerto Maldonado y una vez allí, se suman diez minutos hacia el puerto Jetty para luego viajar en bote unos 45 minutos más en dirección al albergue. Llegar al paraíso no puede ser fácil.
La reserva amazónica es un albergue de lujo del grupo Inkaterra que cuenta con 17 mil hectáreas ubicadas junto a la Reserva Nacional de Tambopata, donde el río Madre Dios serpentea a través de la zona sur del Amazonas. A este lugar, por cierto, se le conoce como la capital de la biodiversidad del Perú. Como razón algunos datos: 540 especies de aves han sido registradas dentro de la propiedad del hotel, en pleno bosque lluvioso, así como 350 especies de hormigas y 150 de mariposas. Además de sus paisajes y del ambiente, quizá lo más acogedor del albergue son sus 35 cabañas de madera inspiradas en la cultura Ese’Eja.
Una de las mejores atracciones es el canopy, de los más grandes de Sudamérica y considerado uno de las más seguros. En sociedad con el Banco Mundial y National Geographic, Inkaterra creó un sistema de dos altas torres y siete puentes colgantes, tejidos a través de las copas de los árboles más altos. Pero si estar relajado es la prioridad, el spa es la mejor opción. Qué mejor que un tratamiento de exfoliación o reflexología con una vista infinita de la Amazonía. Y al atardecer tomar un paseo en bote o un paseo nocturno por las trochas de la reserva es una alternativa.
Con todo lo que ofrece, no es tanta la sorpresa de enterarse de que en el 2013 la reserva amazónica fue reconocida por la revista National Geographic como uno de los 25 mejores ecolodges del mundo. En tiempos en los que el caos citadino es rutina de todos los días, un albergue así se transforma en más que un escape: es ser parte de un todo.
