Posiblemente sea la latinoamericana más poderosa de la industria en la actualidad. La diseñadora uruguaya Gabriela Hearst, directora creativa de Chloé y de su marca homónima, es símbolo de una verdadera transformación en la moda.
Por Alejandra Nieto
'Me gusta tanto Chloé que está en mi subconsciente; su lenguaje no me resulta extraño', declaró Gabriela Hearst en la conferencia donde se anunció que se convertia en la primera muier latina en dirigir la histórica casa de modas, allá por diciembre del 2020.
Con dos años a la cabeza de la firma fiancesa-puesto que antes han ocupado grandes como Karl Lagerfeld y Stella McCartney, está encaminada en su objetivo: crear una moda que respete al planeta y a las personas.
Una visión única
Su primer bolso de lujo fue de Chloé. Si bien Gabriela Hearst se declaró desde el inicio en total línea con la famosa marca, su entrada se dio para lograr cambios: la visión de la diseñadora uruguaya se sostiene en elementos esenciales de su branding e historia personales.
Gabriela Perezutti (su apellido de nacimiento; luego tomó el nombre de su esposo, Austin Hearst) se crió en la pampa, como parte de una familia productora de lana; convivió con ovejas, ganado y caballos, y con un entorno natural. “Yo hago un esfuerzo por que se sepa de dónde vengo', ha declarado al diario uruguayo El Observador, refiriéndose al rancho Santa Isabel en Paysandú. '(...) es algo muy particular de haber nacido en Uruguay. Uno puede mirar atrás y darse cuenta de que tal vez no sea algo exóti-co, pero ofrece un punto de vista bastante específico*, reflexionó.
Cuando Hearst habla de una moda limpia y sostenible, sabe exactamente dónde está la línea del llamado green washing, ese marketing engañoso que hace de la ecología una tendencia. Para Gabriela Hearst, en cambio, es algo serio.
Estilo y relevancia
La diseñadora colecciona elogios del mercado y la crítica especia-lizada, tanto por su trabajo en Chloé como por el que ya hacía en su marca homónima, fundada en Nueva York en el 2015. Fue la elegida para vestir a Jill Biden en la inauguración que puso fin al lustro de Trump y en el 2020 se hizo del codiciado premio CFDA como Diseñadora Femenina del Año. Hace unas semanas, fue galardonada en la primera edición de los Premios Bazaar Women of the Year, celebrada en Madrid.
Sin embargo, su mayor orgullo es su línea productiva. Usa lana de estancias como la suya, donde hay una labor por reducir el impacto ambiental de la ganadería. Desde que Hearst está a la cabeza, Chloe favorece los tejidos naturales y menos agresivos y apunta a la eliminación de lo sintético en favor de lo reciclado. La seda proviene de agricultura orgánica, la cachemira es reciclada y el lino reemplaza al algodón, gran consumidor de agua.
La nueva cúspide de la elegancia no lastima al planeta y se ve preciosa porque ha dejado de escatimar en calidad.
En la revolución verde, las marcas latinoamericanas tienen ventaja para estar a la vanguardia. Chloé lo entendió de inmediato con Hearst, quien cada vez es más mediática con su estética y su filoso-fia. Con motivo de la Semana de la Moda de París en septiembre. la uruguaya compartió un momento con Chiara Macchiavello, directora creativa de ESCVDO, marca peruana que apela a las tradiciones locales, fibras naturales y trabajo justo. “Conocer
a Gabriela fue maravilloso: yo admiro muchísimo su trabajo', cuenta Chiara sobre el encuentro. 'Ha hecho de Chloé y de su marca plataformas para temas como la sostenibilidad y el impacto negativo de la moda en el ambiente, temas que tendrían que estar en la agenda de la industria y de todas las personas. Además, su mirada ha contribuido para posicionar el lujo latinoamericano, para realzar el valor del trabajo a mano y de las fibras naturales, por ejemplo*, relató la peruana.
Creadores como Gabriela Hearst están logrando verdaderos cambios en la industria, con trabajo minucioso y transparente. Sus palabras lo explican mejor: 'Para mí, ser mujer es sinónimo de coraje', escribió la diseñadora con motivo del reconocimiento de Harper's Bazaar. 'Necesitamos tener coraje y corazón para todo lo que amamos, ya sea nuestro medio ambiente, nuestras familias, los derechos humanos o por alguien'. Sin duda, una buena descripción de todo lo que firma.