Luego de Nueva York y Londres, Milán tomó la posta de las Fashion Weeks. Firmas de lujo como Versace, Moschino, Dolce & Gabbana y Bottega Veneta tomaron la capital italiana de la moda para mostrar al mundo las creaciones invernales que marcarán la pauta este año.
1. GUCCI
Luego de algún tiempo, Gucci volvió a recuperar su puesto como anfitrión en Milán. En la víspera, las redes sociales se llenaron de imágenes con mensajes de WhatsApp firmados por Alessandro Michele. Otra de las novedades de su desfile fue que, por primera vez, los espectadores pudieron ver desde el inicio todo lo que entraña un backstage: desde maquilladores y peluqueros hasta costureros sacando de apuros a las modelos.
En la pasarela, los looks parecían sacados de “La familia Ingalls” o el reciente éxito cinematográfico “Mujercitas”, delantal incluido. Además de la estética romántica, destacó también el toque grunge y hippie.
2. PRADA
Miuccia Prada demostró que la feminidad y la frivolidad no son opuestas al poder ni al feminismo. La diseñadora reveló el momento actual de la mujer a través de su visión particular, que esta vez se tradujo en la combinación de prendas típicamente masculinas, como las chaquetas estructuradas o los abrigos decorados con flecos de seda y cuentas. Su osadía la llevó, incluso, a añadir debajo de un abrigo oversize un vestido de tul.
El color lo pusieron las prendas de estilo deportivo, como chaquetas de plumas y camisetas anchas, con cinturones y faldas de malla.
3. MOSCHINO
El desfile de Jeremy Scott fue un derroche de irreverencia, creatividad y colorido. El diseñador equiparó la realidad social actual con el contexto en el que se gestó la Revolución Francesa. De ahí que el show estuviera repleto de María Antonietas en minifalda.
Asimismo, el creativo natural de Misuri añadió otro singular elemento: el anime. Aunque en principio el desfile parecía ser un alegato político, su objetivo no fue otro que ofrecer a su público un momento de diversión. Según los asistentes, lo logró de sobremanera.
4. FENDI
Silvia Fendi introdujo por primera vez en un desfile de la firma a dos modelos “curvy” y a otras maniquís cuya edad superaba los treinta. Si bien en estos días ello no debería ser ninguna novedad, dado que se trata de la siempre tradicional pasarela milanesa, supone todo un avance en términos de inclusividad. La diseñadora jugó también con la mezcla de prendas masculinas y femeninas, enfocada sobre todo con la desconstrucción, lo que se evidenció en las mangas de algunos vestidos y abrigos. El acento femenino se observó en vestidos de terciopelo, tul y detalles de encaje, en colores románticos y pasteles, junto al elegantísimo negro.
5. EMPORIO ARMANI
Unas horas antes del espectáculo, el diseñador italiano desató la polémica tras afirmar que “el marketing y los diseñadores violan a las modelos”. No obstante, aunque la declaración encendió la pradera en Milán y el resto del mundo, la colección de la firma, llamada “Be a Poem”, causó todo lo contrario. Fue en concreto un remanso de paz y buena sastrería, que recurrió a elaborados fajines para marcar la silueta, y que tuvo en el terciopelo y los encajes sus materiales predilectos. Asimismo, el verde botella y el azul fueron sus ejes centrales de color.
6. VERSACE
Desde las tops icónicas de los 90 hasta Jennifer Lopez, queda claro que la estrategia de Versace en los últimos tiempos ha consistido en reunir rostros famosos y la nostalgia que algunos de ellos evocan en la pasarela. Sin embargo, en esta ocasión, la mayor novedad fue que la marca presentó su colección masculina y femenina a la vez.
Donatella trabajó ambas líneas con los mismos estampados: cebra y flores, motivos que definen la estética italiana de la firma. Aunque se presentó más ropa de día de lo habitual, fueron las prendas de noche las que se robaron toda la atención del público. Los vestidos mini elaborados con cota de malla, una nueva reinterpretación del célebre vestido de Elizabeth Hurley y piezas repletas de pedrería fueron los protagonistas del show.
7. BOTTEGA VENETA
No cabe duda de que Bottega Veneta ha firmado algunos de los accesorios más exitosos de la temporada. Daniel Lee ha sido el responsable de darle un giro a la marca y refrescar sus propuestas hasta convertir a su sello en uno de los más solicitados por el público joven. El diseñador presentó una colección con la que demostró por qué está un paso más allá en la industria: Lee experimentó con los patrones y las texturas, especialmente con la lana, con la que ha confeccionado vestidos de cuello halter.
Los flecos, que ya parecen el motivo predilecto de cualquier desfile en Milán, no han faltado ni siquiera en los grandes abrigos. Además de haber recuperado el famoso “intrecciato”, el trenzado de la piel que Bottega Veneta ha usado siempre en sus complementos icónicos.
8. DOLCE & GABBANA
Una vez más, el dúo italiano por excelencia fue el encargado de cerrar la Milan Fashion Week. Pero en esta oportunidad, lejos de apostar por sus coloridos estampados y los tonos vibrantes, Domenico Dolce y Stefano Gabbana se decantaron por el negro, color con el que rindieron homenaje a la tradición. El show empezó con videos en blanco y negro de zapateros, tejedores y costureras, y concluyó en la pasarela con una oda al tejido, a la típica bata de estar por casa e, incluso, a las zapatillas.
Como se sabe, la firma es famosa por honrar en cada una de sus propuestas el estilo italiano, pero esta quizá haya sido la manera más nostálgica de hacerlo en años.