A propósito de la inauguración de la muestra de Claudia Coca en el nuevo espacio del Museo de Arte Contemporáneo en YOY Lima Box Park, una conversación sobre arte y nuevos formatos. ¿Cómo meter el museo en un contenedor?
Hay murales, esculturas e instalaciones. Y ahora también hay un museo. La muestra que el Museo de Arte Contemporáneo, MAC, ha inaugurado en YOY Lima Box Park se une a la propuesta artística del espacio con una perspectiva distinta y novedosa, y con la solidez de una de las instituciones más relevantes de la escena cultural limeña. Por supuesto, parece improbable que los tamaños y conceptos tradicionales del museo puedan adaptarse a formatos tan resumidos y ligeros como el de un contenedor, pero el MAC y su director Nicolás Gómez han asumido el reto como un mensaje importante: “Queremos que, en este pequeño espacio, el público reconozca una posible forma de comprender el arte contemporáneo, y que sea recibido y acompañado por un mediador de la misma manera como es en el MAC”, explica Gómez.
“Nuestro mayor interés en estar presentes temporalmente en uno de los contenedores de YOY ha sido la oportunidad de hacer visible parte de la colección del MAC, con un mensaje pertinente y actual”, continúa el director. “Al ser imposible armar una muestra con muchas obras en este espacio, quisimos seleccionar con precisión a un artista que, con un reducido conjunto de piezas, propusiera temas de debate y reflexión contemporánea”. Así, para esta primera muestra, se eligió una pintura y una escultura de la artista peruana Claudia Coca, pertenecientes a la colección del MAC, que se instalaron en diálogo con algunas piezas suyas relacionadas. Se trata de una artista que, en las últimas décadas, ha desarrollado una investigación sobre las dinámicas del racismo y exotismo en el Perú y en Latinoamérica, “a partir de una cuidadosa deconstrucción de los estereotipos de género, del mestizaje y el legado colonial”, explica el MAC. La pintura De castas y mala raza n. 22 y la escultura Las primeras mezclas y otros cruces llegaron a la colección del MAC Lima en el 2014, después de que Coca presentó en el museo la muestra antológica Mestiza.
“Por supuesto, consideramos criterios de espacio según las dimensiones. Luego, también tenemos en cuenta aspectos de conservación y algunas exigencias de mantenimiento”, asegura Gómez sobre el criterio de selección de los artistas y obras que participarán en YOY. “Pero, fundamentalmente, hemos querido apuntar a artistas activos y relevantes en la actualidad. Nos interesa, sobre todo, que las obras permitan reflexión en el público, y que podamos transmitirle que el arte contemporáneo revisa muchos aspectos de nuestra historia, cultura y sociedad”, acota el director.
Para el MAC, estar en YOY “es un abrebocas” de lo que se vive en su edificio principal de Barranco. En la exposición de YOY, el espectador se concentra en un artista que transmite un mensaje muy claro, y luego puede realizar talleres relacionados con la muestra en un container que está al lado, y así complementar la visita con una actividad interactiva. El MAC, por su lado, ofrece la posibilidad de visitar tres salas, y participar de múltiples talleres, conferencias y actividades diversas que se ofrecen con regularidad en el nuevo Espacio Medio.
Su presencia en YOY no es la única novedad del MAC de cara al 2020. Además de su interés en temas como la tecnología, el medio ambiente, y la revisión de la historia desde la actualidad, el museo acaba de presentar su revista de arte Cubo abierto, y se ha puesto la meta de lograr que más niños de las escuelas de Barranco accedan a sus programas de acción educativa. Se consolida así la idea de un museo que no es estático, sino que busca nuevos formatos y medios para llegar a la gente, para buscar y alcanzar a su público.