23.01.2020

La protagonista de “Judy” regresa triunfal tras un oscuro periodo en el que necesitó apartarse de la industria del cine. Con un Globo de Oro y un premio SAG a Mejor Actriz ya a cuestas, Renée Zellweger se perfila como la ganadora absoluta de los Premios de la Academia.


Hollywood ama los retornos por todo lo alto y Renée Zellweger así lo demuestra. La actriz estadounidense de 50 años, reconocida por su rol en la saga cinematográfica “El diario de Bridget Jones”, volvió a obtener reconocimientos como Mejor Actriz por su papel en la cinta biográfica “Judy”, donde encarna a la intérprete, cantante y activista Judy Garland, protagonista de “El mago de Oz” (1939).



El galardón entregado en la gala de los SAG Awards se suma al Globo de Oro —otro pilar de la temporada de premios— y el de los Premios del Cine Independiente Británico.

Ahora, Renée Zellweger se ubica como la favorita para llevarse el Premio Óscar en la misma categoría, una merecida recompensa, según muchos, luego de años viviendo situaciones incómodas al interior de la industria del cine, producto de su apariencia física. Y es que por años se le atribuyeron intervenciones estéticas que ella siempre negó.



RENÉE CONTRA EL MUNDO

En 2016 se vio obligada a enviar una carta a The Huffington Post, titulada “Podemos hacerlo mejor” como respuesta al interminable debate de que Zellweger se había realizado o no algún tipo de cirugía en su rostro.




“No es un secreto que el valor de las mujeres fuera medido históricamente por su apariencia (...) muy flaca, muy gorda, envejecida, morena, con celulitis, un estiramiento facial escandaloso, gorda o embarazada. Feos zapatos, feos pies, fea sonrisa, feas manos, feo vestido, fea carcajada”, escribió en aquella oportunidad.

“Eso puede tener consecuencias en los prejuicios, conformidad, igualdad, propia aceptación, bullying y salud”, añadió, criticando también a los medios de comunicación por reforzar tales situaciones. “No es que le importe a nadie, pero decidí cambiar mi cara y operarme los ojos. Este hecho no es relevante para nadie, pero que la mera posibilidad fuera discutida por los periodistas serios y se convirtiera en tema de conversación generalizada es una desconcertante ilustración de la confusión entre noticias de entretenimiento y la fijación social por lo físico”.




UNA VIDA PLENA

Pero, además del olvido de Hollywood motivado por la campaña de los tabloides en su contra, la prolongada ausencia de la artista en la gran pantalla también fue una decisión propia. “El final no es lo que cuenta. Es el camino lo que cuenta, y el trabajo”, señaló en un inspirador discurso al recoger el Globo de Oro, a inicios de enero.



Y el camino recorrido por Renée en los últimos años trasciende al cine. Si bien uno de los mayores motivos por los que se alejó de las cámaras fue el cansancio, también respondió a sus ganas de vivir nuevas experiencias: “Necesitaba probar otras cosas, cosas que no cuadraban con el horario con el que trabajaba desde hacía mucho tiempo', declaró recientemente en una entrevista al diario El País. Dar ese paso decisivo no fue sencillo: “Nunca es un buen momento para alejarse de increíbles oportunidades creativas, pero necesitaba crecer y desafiarme a mí misma de una manera diferente”.

Lejos de los reflectores, la actriz pasó más tiempo con su familia, estudió y trabajó para organizaciones benéficas. “Hace mucho quería dedicarme a asociaciones que luchan por la defensa y protección de las mujeres en todo el mundo. Por eso pasé un tiempo en Liberia desarrollando un programa escolar para mujeres jóvenes”.


Asimismo, redescubrió lo mucho que le gusta correr. “Me di cuenta de que esa actividad física me permitía eliminar el estrés, la fatiga y mis ansiedades”, agregó.

De concretarse su Óscar por “Judy”, la actriz levantaría la estatuilla dorada por segunda vez en 17 años, luego de su triunfo como Mejor Actriz de Reparto en “Regreso a Cold Mountain” (2004).




“Judy” llega a nuestras salas de cine el 6 de febrero y narra los momentos más complicados en la vida de Judy Garland, desde que tuvo que viajar a Londres para ofrecer una serie de conciertos, arruinada, lejos de sus hijos y con un profundo problema de alcoholismo y adicción a las drogas.


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