El jueves 25 de octubre se llevó a cabo la segunda jornada del LIF Week 2018. Esto fue lo que se vivió en el hotel Country Club de Lima el día de ayer.
Algunas conclusiones luego del segundo día tienen que ver con nuestra reacción frente a la desnudez. El calor que genera una colección de trajes de baño masculinos se conversó entre risas en el lounge del Country Club, luego del desfile. Y aunque esta anécdota parezca contradecirlo, pudimos notar que, como público, hemos madurado. Ya no vemos looks forzados en la audiencia y más bien nos encontramos con estilismos bien logrados pero aterrizados, claro que sin dejar de lado la originalidad y el riesgo.
Audacia selvática
Yirko Sivirich no conocía la selva. Cuando llegó a la Laguna Azul en Tarapoto se quedó tan enamorado del lugar que se compró un terreno allí. Luego decidió explorar Iquitos, cuya exuberante vegetación y colorida fauna se convirtieron en parte de sus bocetos. Así nació su colección 'Sallqa Pacha', el fruto del su reciente amor por la selva peruana. Por eso, en ella encontramos estampados de monos, mariposas morpho y guacamayos. Una paleta de colores presentes en la selva, que va desde el azul intenso hasta el verde, el rosa y el rojo, sin dejar de lado colores más sutiles como el beige y el gris, reflejó el calor del oriente peruano. Las piezas, hechas en su mayoría en lino, plantearon un estilo en el que prima la comodidad y el color.
Reinvindicando el macramé
Los colores de la bahía de Paracas invadieron la pasarela de Paola Gamero. Delicadas y fluidas piezas, como vestidos, enterizos y conjuntos de dos piezas, en varias gamas de blanco, beige y palo rosa resaltaban la silueta femenina. El uso del macramé, aplicado en cinturones, chaquetas y vestidos. fue una acertada apuesta de la diseñadora.
Subida de temperatura
Nunca habíamos podido apreciar el trabajo de Lud Vargas sobre una pasarela, por lo que para este, su primer desfile, la expectativa no era menor. Después de haberse dedicado durante mucho tiempo a la organización de eventos de moda, Lud decidió por fin subirse a la pasarela con una atrevida colección de trajes de baño masculinos, con la que sumergió al público en el océano y cautivó con sus estampados botánicos, tropicales y marinos. El verde menta, el rosa y el celeste alegrarán el verano con su nueva marca Ludvic Swimwear.
Inspirada en la libertad
Gran impresión se llevaron los asistentes no solo por la impecable colección de Andrea Llosa, sino también por el potente mensaje que transmitió en la pasarela. Frases que revelaban estadísticas sobre las desigualdades a las que nos vemos enfrentadas las mujeres, pintadas sobre los brazos de algunas de las modelos, y una estructura en forma de manos que tapaban la boca de las modelos constituyeron un claro signo de protesta. Vestidos fluidos, conjuntos de dos piezas y camisones fueron parte de su propuesta, que se caracterizó por los estampados etéreos y los colores pastel.
Elegancia sartorial
Omar Valladolid nos entregó el fruto de su aprendizaje en Marangoni. Como se sabe, el diseñador fue el ganador de una beca el año pasado en el famoso instituto italiano. Sugerentes aberturas y cortes en la espalda, además de una sastrería impecable en negro y gris, demostraron en pocos atuendos el dominio adquirido por Omar. Alejado de estampados y en una ausencia total de color, permitió a los asistentes enfocarse en la sofisticación y la elegancia de las formas.
Apuesta por lo casual
El cierre de la noche estuvo a cargo de Noe Bernacelli. Su colección Nude es la primera apuesta del diseñador por la moda masculina. Elaborada en diferentes tonos que transitan del beige, pasan por el rosa y llegan al café, Noe planteó una colección principalmente deportiva, pero con algunas piezas más formales de hechura impecable, complementadas con pañuelos ligeros con el logo de la marca.
Luego, fue el turno de su colección femenina. Esta vez, Noe apostó por piezas más relajadas de las que acostumbra presentar, sin dejar de lado los bordados complejos, el sello de su marca, que esta vez plasmó en faldas lápiz y joggers. Por supuesto, tampoco faltaron los vestidos vaporosos, elegidos para cerrar con broche de oro su presentación.
