Es sin duda uno de los arquitectos y diseñadores peruanos más conocidos. Sus proyectos comerciales y residenciales suelen ser motivo de artículos, pero esta vez es su espacio personal lo que motiva la reflexión.
Acaba de volver de un viaje a Madrid y Valencia que mezcló trabajo y placer. Es algo que Jordi Puig sabe hacer bien. Es el arquitecto y diseñador de interiores de algunos de los proyectos residenciales y comerciales locales más notorios de la última década: la ampliación de Hotel B, el rooftop del nuevo Hyatt y el restaurante Frida son solo algunos de sus últimos trabajos. Ha sido conductor de Línea y Punto, programa dedicado al diseño, y muchos de sus proyectos han aparecido en medios y publicaciones; está acostumbrado a reflexionar en voz alta sobre espacios, volúmenes, usos y dinámicas. Pero por estos días, Jordi piensa su propio entorno. Esta vez, el recorrido es íntimo. 'Me provoca cambiar, hacer una renovación de energía, matar fantasmas y empezar… no de cero, porque no es posible, pero sí empezar a enfocar mi espacio más de acuerdo a como es mi vida hoy en día', dice el arquitecto. 'Antes tenía una vida mucho más social, mi departamento recibía a una cantidad de amigos, fiestas y demás. Ahora estoy en una época en donde me apetece disfrutar mi departamento, mis espacios', confiesa.
Vive en el sexto piso del primer edificio que diseñó en Lima. Si bien en un primer momento su trabajo como interiorista fue lo que concitó la atención (diseñó restaurantes para Rafael Osterling y Coque Ossio, entre otros), este edificio miraflorino le permitió posicionarse también como arquitecto. 'He empezado a hacer de mi departamento un lugar más para estar yo', dice Jordi, liderando un breve recorrido. ¿Qué salta a la vista? Muchas piezas de arte, sobre todo de peruanos contemporáneos y muchos objetos decorativos que revelan un aspecto recolector de su propietario. Ha eliminado el comedor, convirtiendo ese ambiente en una sala de estar con un mueble de televisión y un librero, y conexión con la terraza. Tiene más sentido para él ampliar sus espacios de ocio tranquilo: ver una película o una serie, leer, tomar una copa. Todos los ambientes le sirven para guardar objetos preciados y se enorgullece de vivir y de trabajar en edificios que él mismo ha diseñado.
TEXTO ADAPTADO DE LA EDICIÓN IMPRESA DE J123.