Cada vez son más los spas que abren espacios para ofrecer lo que en algún momento se consideraba sencillo: tomar una siesta.
Dormir es la clave de una vida sana. Y, a la vez, se ha vuelto un lujo. En ese sentido, ofrecer espacios para que usuarios puedan dormir siestas entre veinte y cuarenta y cinco minutos no es una idea tan loca como suena; es bastante rentable. Como era de esperarse, en Los Ángeles y Nueva York ya es una tendencia, pero también hay lugares exclusivos en Londres, Portugal y Suiza, donde tomar una siesta puede costar cuarenta dólares y restaurarse todo un fin de semana supera los mil.
Nap York
La empresa está orgullosa de haber creado una suerte de oasis en pleno Midtown Manhattan. Aquí ofrecen refugios para meditar, así como cuartos para dormir que cuentan con colchones especiales que alinean la columna, un techo que simula las estrellas y mucha quietud. También hay reiki y faciales. Al terminar se puede elegir entre un jugo verde o kombucha. Además, ofrece talleres que incluyen aprender a plantar, o eventos como ver películas en una hamaca comiendo canchita. La oferta es variada, así como las plantas que decoran el espacio: tienen 250, con diez distintas especies. Todos los materiales con los que diseñaron el local son amigables con el medio ambiente, la comida es orgánica, y si es que sobra, se regala a diversos hogares que lo necesiten.
Spa Lé La
Ubicado en Los Ángeles, fue fundado por Trina Belton, quien luego de convertirse en mamá se dio cuenta de que tomarse una ducha temprano o tan solo salir de la casa era todo un logro. Así, decidió abrir este espacio en el que una de las reglas para los miembros del staff es recibir con una sonrisa hasta a los clientes que llegan tarde, pues es filosofía del spa entender que uno no siempre puede controlar sus horarios. A diferencia de la mayoría de spas dedicados a la relajación, este tiene una guardería. Y para los padres, hay cuartos silenciosos, sesiones de masajes y sauna, o se puede separar una tina durante 25 minutos. Los servicios prenatales y posnatales son un éxito en este lugar, donde la iluminación es prioridad y el blanco de las paredes inspira paz.
The Alpina Gstaad
Ubicado en Suiza, es un concepto que se encarga de ofrecer programas de mínimo dos días basados en yoga. Los huéspedes reciben consultas dietéticas, masajes enfocados en la desintoxicación y sesiones privadas de yoga nidra, que básicamente es una meditación que se hace echado de espaldas. Hay tres distintos restaurantes: MEG, de cocina japonesa; Sommet, que se encarga de preparar los platos gourmet; y el Swiss Stübl, que ofrece comida tradicional suiza. En este hotel hay un espacio donde se pueden fumar los mejores habanos, y hay otro, muy rústico, donde uno puede elegir una copa o varias de vino, entre las 1700 botellas. Para los más exquisitos, hay programas de desintoxicación y en el spa hay masajes que incluyen tratamientos con caviar, colágeno y frutas. Hay una terapia de tres días que se basa en pintar para relajarse, dictado por Monique Bornstein. Lo que pretende este hotel es hacer de todo para que sus huéspedes, llegada la noche, caigan en un sueño profundo.
Sumptuous Sleep Retreat
'Estamos en el negocio de vender sueño. Después de todo, si dormimos bien, somos más productivos', ha explicado Matthew Dixon, administrador de Hotel Corinthia, en Londres. El paquete Sumptuous Sleep Retreat, que ofrece este hotel de lujo, incluye el Menú Sleep, un paquete en que los huéspedes no solo disfrutan de los mejores ambientes ideados para propiciar (y cuidar) el sueño, sino también de almuerzos y cenas saludables creados para asegurar el descanso. También brindan acupuntura, masajes y el 'sleep ritual', un tratamiento de 120 minutos. El paquete más barato vale US$ 1280 dólares.
Six Senses
Este spa está ubicado en una hermosa casa del siglo XIX en el valle Douro, en Portugal. Cuenta con diez cuartos para realizar los tratamientos, que se han armado de la mano de expertos en sueño (liderados por el doctor Michael J. Breus) y con la guía de Naturalmat, empresa encargada de diseñar a mano colchones que aseguran una noche de sueño profundo, pues son los únicos en el mundo que utilizan fibra de coco certificada como orgánica y su funda es de puro algodón. Además, cada toalla emana el olor de aceites esenciales para así sumar más toques relajantes a la experiencia. Nunca más cierto aquello de 'dulces sueños'.